12 mayo 2006

La prisión de Guantánamo

Introducción

La bahía fue originalmente bautizada como Guantánamo por los Taino y rebautizada como Cumberland cuando los ingleses llegaron en los primeros años del siglo XVIII, durante la Guerra de la Oreja de Jenkins.

La Estación Naval norteamericana en la Bahía de Guantánamo (Cuba), que cubre un área de 116 km² (aproximadamente 45 mi²), a veces se abrevia como GTMO o “Gitmo”. Fue establecida en 1898, cuando Estados Unidos obtuvo el control de Cuba de manos de España al terminar la Guerra Hispano-Americana, después de la invasión de 1898 a la Bahía de Guantánamo.


Con más de 9,500 soldados norteamericanos, la Bahía de Guantánamo es la única base operativa norteamericana en suelo Comunista.

El control de los Estados Unidos de este territorio cubano nunca ha sido popular, ni con el gobierno ni con el pueblo cubano.

Cuando Cuba le cortó el suministro de agua a la base, se generó una serie de inconvenientes para Estados Unidos: primero tuvo que importar agua desde Jamaica, y después tuvo que construir plantas de desalinización. Ahora la base es autosuficiente, produciendo su propia agua y electricidad.
Detención de prisioneros

El uso de la Bahía de Guantánamo como una prisión militar ha levantado airadas protestas de todo el mundo, particularmente de las organizaciones de derechos humanos, debido a los informes de torturas y abusos de detenidos. Los críticos de las políticas de detención norteamericanas también cuestionan la conveniencia de usar una prisión offshore, y la situación legal poco clara de sus detenidos (ni prisioneros de guerra ni criminales comunes). Por ejemplo, no queda claro si sus detenidos están protegidos por los mismos derechos civiles garantizados constitucionalmente que se invocarían si estuvieran dentro del territorio de los Estados Unidos. Las organizaciones de protesta afirman que nunca se les otorgó derechos constitucionales a los prisioneros de guerra.

El 16 de Junio de 2005, el Departamento de Defensa de los Estados Unidos anunció que el contratista de defensa Halliburton construiría un nuevo centro de detención y un perímetro de seguridad alrededor de la base, con un costo de alrededor de 30 millones de dólares.

Durante los últimos quince años años del siglo XX, antes de la decisión del Presidente George W. Bush de conducir a los Estados Unidos a la guerra y el terror, la base se usó para alojar a refugiados cubanos y haitianos interceptados en alta mar. Incluso, la base fue usada durante los primeros años de la década de 1990 para alojar a refugiados con HIV-positivo, que huían de Haití tras el derrocamiento del presidente Jean-Bertrand Aristide por un golpe de estado. Estos refugiados se encontraban en un área de detención llamada Camp Bulkeley, hasta que el Juez de Distrito norteamericano Sterling Johnson Jr. lo declaró inconstitucional el 8 de Junio de 1993.

A comienzos del 2002, se destinó un pequeño sector de la base para encarcelar a sospechosos de al-Qaeda y prisioneros talibanes capturados en Afganistán y otros lugares, en Camp X-Ray, Camp Delta y Camp Echo. Para junio de 2005, Estados Unidos mantenía a unos 250 sospechosos extranjeros de terrorismo, algunos capturados en Afganistán. El 22 de Septiembre de 2004, diez prisioneros fueron traídos desde Afganistán.
Estadísticas

El 12 de Noviembre de 2005, el Wall Street Journal informó que para el 7 de Noviembre, 358 de los 505 detenidos en la Bahía de Guantánamo habían tenido audiencias con la Administrative Review Borrad (ARB). De estos, se liberó a un 3 por ciento; se decidió transferir un 20 por ciento, dejar detenidos un 37 por ciento, y no hubo decisión para un 40 por ciento.

De los 505 detenidos alojados en Guantánamo, 100 o más son de Arabia Saudita, unos 80 de Yemen, otros 65 de Pakistán y unos 50 de Afganistán. Dos son de Siria.

El WSJ informa que hay 28 detenidos en Guantánamo en huelga de hambre. De ellos, 23 están siendo alimentados por sonda en el hospital militar local. Este número desciende abruptamente con relación a julio de 2005, cuando más de cien detenidos estaban en huelga de hambre.

Campos de detención

El Camp Delta y el Camp X-Ray son prisiones en la bahía de Guantánamo. Al 22 de Julio de 2005, había “aproximadamente 510 prisioneros en Guantánamo”.
Camp Delta

Camp Delta (compuesto por los campos de detención 1,2,3,4,5,6, y Camp Echo) se encuentra en la base naval de los EEUU en la Bahía de Guantánamo, Cuba. Es una unidad de detención permanente. La fuerza de seguridad presente en el Camp Delta está conformada por la policía militar.

El Campo 3 es el campo de máxima seguridad; cuando un prisionero llega, es enviado allí. Cuando el detenido muestra cooperación con el equipo, es trasladado al Campo 2. Con más cooperación, se lo lleva al Campo 1. Finalmente, cuando el prisionero no representa ningún riesgo y coopera activamente con el proceso de interrogación, es trasladado al Campo 4.

El Campo Echo es un centro de detención donde se alojan a los pre-comisionados. Los detenidos aquí tienen acceso a abogados y pueden mantener conversaciones privadas con ellos. El Campo Iguana es un centro de detención de mínima seguridad para detenidos adolescentes, entre los trece y los quince años.

Campo Iguana

El Campo Iguana era un recinto pequeño, separado a más de un kilómetro de distancia de la prisión principal, que alojaba a prisioneros más privilegiados. En 2002 y 2003 alojó a tres detenidos que eran adolescentes. Por lo menos diez menores más estuvieron junto con prisioneros adultos. El recinto fue clausurado cuando los tres adolescentes fueron devueltos a sus hogares en enero del 2004.

El complejo fue reabierto a mediados del 2005. Los Tribunales de Revisión de la Condición de Combatientes (Combatant Status Review Tribunals, CSRTs) había determinado que 38 detenidos no eran“combatientes ilegales” después de todo. Algunos prisioneros que no podían ser repatriados con seguridad, fueron llevados al Campo Iguana.
Campo Rayos- X

El Campo Rayos-X era una instalación de detención temporal localizada en la Fuerza de Area Conjunta (Joint Task Force) Guantánamo en la Base Naval de los Estados Unidos en la Bahía de Guantánamo, Cuba. Fue denominado Campo Rayos-X porque varios campos temporales en la estación habían sido nombrados secuencialmente desde el principio y luego desde el final del alfabeto fonético NATO. La situación legal de los detenidos en este campo ha sido una significativa fuente de controversias, alcanzando en última instancia a la misma Suprema Corte de los Estados Unidos.

El 29 de abril de 2002, el Campo Rayos-X oficial fue cerrado y todos los prisioneros fueron transferidos al Campo Delta. No obstante, el término “Campo Rayos-X” llegó a usarse como sinónimo de toda la instalación entera donde están detenidos los prisioneros de la invasión norteamericana a Afganistán.

El cuidado de los detenidos en el Campo Rayos-X fue encargado a la Fuerza de Área Conjunta 160 (JTF-160), mientras que los interrogatorios fueron conducidos por la Fuerza de Area Conjunta 170 (JTF-170).

JTF-160 estaba bajo el mando del Brigadier de Marina General Michael Lehnert hasta Marzo de 2002, cuando fue reemplazado por el Brigadier General Rick Baccus. En noviembre de 2002, Baccus fue reemplazado como comandante por el Mayor General Geoffrey Miller. A su vez, éste fue reemplazado por el Brigadier General Jay Hood en Marzo de 2004 mientras que Miller fue enviado a encargarse del abuso a prisioneros en Abu Ghraib en Irak. U.S. El Teniente Coronel Bill Cline se desempeña como el comandante de las fuerzas de seguridad. Desde el cierre del campo Rayos-X y la subsiguiente apertura del Campo Delta, JTF-160 y 170 han sido combinadas en la Fuerza de Area Conjunta (Joint Task Force) Guantánamo (JTF-GTMO).

El gobierno norteamericano ha clasificado a los detenidos en el Campo Rayos-X como “combatientes ilegales”, más que como prisioneros de guerra (POWs): por eso, sostienen que no se les ha conferido los derechos garantizados para los POWs bajo las Convenciones de Génova (por lo menos, bajo esas convenciones). El gobierno justifica esta designación declarando que ellos no tienen el status de soldados regulares ni de guerrillas, y que tampoco son parte de un ejército regular o milicia. En julio de 2003, alrededor de 680 supuestos miembros talibanes y miembros sospechosos de al-Qaeda, provenientes de 42 países diferentes, fueron alojados allí. A ninguno de ellos se les autorizó a encontrarse con abogados.

La organización de derechos humanos Human Rights Watch ha criticado a la administración Bush en su reporte mundial del año 2003, declarando que: "Washington ha ignorado los derechos humanos básicos en su tratamiento de sospechosos de terrorismo. Se ha negado a aplicar la Convención de Génova a prisioneros de guerra de Afganistán, y ha empleado incorrectamente la designación de “combatientes ilegales” aplicados a sospechosos criminales en suelo norteamericano”.

El 23 de abril de 2003, el ejército de los Estados Unidos informó que “un puñado” de prisioneros de guerra afganos mantenidos en el Campo Rayos-X habían sido identificados como juveniles y habían sido separados de los prisioneros adultos.

El 23 de julio de 2003, el Mayor General Geoffrey Miller afirmó que tres cuartas partes de los aproximadamente 660 detenidos habían confesado alguna participación en el terrorismo. Muchos informaron hacerca acerca de amigos y compañeros. Según Miller, las confesiones fueron obtenidas a través de recompensas, que incluían tiempo de recreación extendido, raciones extra de comida en su celda, o un traslado a un recinto de mediana seguridad en la prisión. Sin embargo, algunos han cuestionado el valor de las confesiones, dadas las condiciones bajo las que fueron obtenidas. De la misma forma, la declaración del general, si fuera cierta, podría interpretarse como que un cuarto de los detenidos no ha admitido su culpabilidad en los cargos de terrorismo, por lo que estarían encarcelados injustamente.

Para agosto de 2003, por lo menos 29 reclusos del Campo Rayos-X habían intentado suicidarse como protesta. Los oficiales estadounidenses no dijeron por qué no informaron antes el incidente. Tras este evento, el Pentágono reclasificó a los intentos de suicidio como “comportamientos manipulativos auto-lesivos”: suponen que los detenidos no desean genuinamente terminar con sus vidas. Los prisioneros sienten que podrían conseguir un mejor tratamiento, o directamente su liberación, mediante el intento de suicidio. Según Daryl Matthews (docente de psiquiatría forense en la Universidad de Hawaii), quien examinó a los prisioneros, dada las diferencias culturales entre los interrogadores y los prisioneros, una clasificación así sería difícil si no imposible. La depresión es muy común en Guantánamo; uno de cada cinco prisioneros toma antidepresivos como el prozac.

A finales de enero de 2004, oficiales norteamericanos liberaron a tres chicos de entre 13 y 15 años, y los devolvieron a Afganistán. En marzo de 2004, veintitrés prisioneros adultos fueron liberados a Afganistán, cinco fueron liberados a Gran Bretaña, (los cuatro últimos detenidos británicos fueron liberados en enero de 2005), y tres fueron enviados a Pakistán.

El 4 de agosto de 2004, los tres ex detenidos que regresaron a Gran Bretaña, presentaron un informe declarando persistentes y graves abusos en el Campo, a ellos mismos y a otros. Afirmaron que las confesiones falsas eran extraídas con dureza, en condiciones que equivalían a la tortura. Las condiciones empeoraron cuando el Mayor General Geoffrey Miller se hizo cargo del campo: se incluyeron periodos crecientes de confinamiento solitario para los detenidos. Los abusos tenían lugar con el conocimiento de las fuerzas de inteligencia. Sus declaraciones están siendo investigadas actualmente por el gobierno británico.

Todavía quedan cinco residentes británicos. Estos hombres tienen familiares cercanos que son ciudadanos británicos y ellos mismos han vivido en Gran Bretaña durante muchos años. Además, hay “prisioneros fantasmas” no declarados por el Estado, algunos de los cuales pueden ser británicos o residentes británicos.

Varios de los prisioneros liberados se han quejado de severas golpizas, privación del sueño, constreñimiento prolongado en posiciones incómodas, humillación sexual y cultural, inyecciones forzadas, y otros malos tratos físicos y psicológicos durante su detención en el Campo Rayos-X.

El gobierno de los Estados Unidos ha negado todos los cargos, pero el 9 de Mayo el Washington Post obtuvo documentos clasificados que mostraban la aprobación del Pentágono del uso de privación del sueño, exposición al calor y al frío, luces brillantes, y música alta durante los interrogatorios en Guantánamo. Un soldado que hacía de prisionero durante ejercicios de entrenamiento en el campo, fue golpeado tan duramente que sufrió daños cerebrales y ataques. En Junio de 2004, el New York Times informó que de los casi 600 detenidos no más de dos docenas estuvieron ligados estrechamente con al-Qaeda y que solo información muy limitada podría haberse obtenido de sus interrogatorios.

El Comité Internacional de la Cruz Roja inspeccionó el campo en Junio de 2004. En un informe confidencial publicado en Julio de 2004 y divulgado por el New York Times en Noviembre de 2004, inspectores de la Cruz Roja acusaron al ejército de los Estados Unidos de usar “actos de humillación, confinamiento solitario, temperaturas extremas, y uso de posiciones forzadas” contra los prisioneros. Los inspectores concluyeron que “la construcción de un sistema tal, cuyo propósito declarado es la formación de inteligencia, no puede ser considerado más que un sistema intencional de tratamiento cruel, inusual y degradante, y una forma de tortura”.
Preocupación internacional sobre las condiciones en el campo

Se afirma que las condiciones físicas de los detenidos en el Campo Rayos-X satisfacen los estándares básicos para el mantenimiento de la salud, pero en realidad los prisioneros son retenidos en celdas muy pequeñas, con poca privacidad, y las luces se mantienen encendidas durante el día y la noche.

Los reclusos permanecen en aislamiento durante la mayor parte del día, se les cubre los ojos cuando se mueven dentro del campo o cuando son trasladados al Campo Rayos-X, y se les prohíbe hablar en grupos de más de tres personas. Ha habido alegatos de tortura, incluyendo privación del sueño, uso de las llamadas “drogas de la verdad”, golpizas, aislamiento en celdas pequeñas y frías, y obligación de mantener posturas incómodas.

Se dijo que el jefe del programa SERE (Survival, Evasion, Resistance, Escape), Coronel Morgan Banks, a principios del 2003 publicó una guía para “especialistas en la ciencia comportamental” que ayudó a diseñar la estrategia de interrogación de Guantánamo. El SERE es un programa con sede en Fort Bragg, Carolina del Norte.

Estados miembros de la Unión Europea y de la Organización de los Estados Americanos, así como también organizaciones no gubernamentales tales como Amnistía Internacional han protestado enérgicamente por la situación legal y las condiciones físicas de los detenidos en Guantánamo. Además, cortes británicas y americanas han sido recurridas por parientes y amigos de detenidos para pedir una determinación legal favorable para los detenidos.

A principios de diciembre de 2003, hubo informes periodísticos acerca de que abogados militares designados para defender a los detenidos mantenidos por los Estados Unidos en la Bahía de Guantánamo habían expresado preocupación acerca del proceso legal para las comisiones militares. El periódico británico The Guardian informó que un equipo de abogados fue despedido tras quejarse de que las reglas de las comisiones militares les impedían representar adecuadamente a sus clientes. La revista Vanity Fair, de Nueva York, informó que algunos de los abogados sintieron que sus obligaciones éticas estaban siendo vulneradas por el proceso.

El periódico The Washington Post en un artículo del 8 de Mayo de 2004 describe un conjunto de técnicas de interrogatorio aprobadas para su uso con detenidos en la Bahía de Guantánamo, que según Kenneth Roth, director ejecutivo de Human Rights Watch, es un tratamiento cruel e inhumano, e ilegal según la constitución de los Estados Unidos.

El 15 de Junio, el Brigadier General Janis Karpinski, en el centro del abuso a prisioneros en Abu Ghraib en Irak, dijo que se le aconsejó tratar a los detenidos como perros “como se hace en Guantánamo (Campo Rayos-X)”. El ex comandante del Campo Rayos-X, Geoffrey Millar, fue la persona que llegó a hacerse cargo de la investigación sobre los abusos en Abu Ghraib (Irak) durante la ocupación aliada. Ex detenidos del Campo han realizado serias declaraciones, incluyendo la complicidad de Geoffrey Miller en los abusos en Campo Rayos-X.

Este campo de concentración tampoco es aceptado en los Estados Unidos. El columnista Thomas Friedman exhortó exhortó a George W. Bush a cerrarlo. “[El Campo Rayos-X] se ha convertido en algo peor que una vergüenza. Estoy convencido de que más americanos están muriendo y morirán si mantenemos abierta la prisión Gitmo de lo que si la cerramos. De manera que, Señor Presidente, solo ciérrela”.

Guantánamo es apenas una de una cadena de oscuros campos de detención que también incluye a Abu Ghraib en Irak, la prisión militar en la Base Aérea Bagram en Afganistán y otras, ubicaciones secretas dirigidas por las agencias de inteligencia. Cada una ha producido sus propias historias de abusos, torturas y homicidios criminales. Estos no son incidentes aislados, pero sí son parte de un sistema global de detención fuertemente enlazado. Los prisioneros han sido transferidos de campo a campo, por lo tanto deben tener oficiales al mando. Y también, métodos específicos de maltrato.

El 19 de Noviembre de 2005, un grupo de expertos de las Naciones Unidas canceló su visita al Campo Rayos-X, prevista para el 6 de Diciembre, diciendo que los Estados Unidos no le permitía mantener entrevistas privadas con los prisioneros. “Ya que los americanos no han aceptado los requerimientos mínimos para tal visita, debemos cancelarla”, dijo Manfred Nowak, enviado de las Naciones Unidas a cargo de investigar alegatos de tortura alrededor del mundo. Sin embargo, el grupo todavía intenta escribir un informe sobre las condiciones en la prisión, basado en relatos testimoniales de detenidos liberados, entrevistas con abogados e información proveniente de organismos defensores de los derechos humanos.
Situación Legal

La situación legal particular de la Bahía fue un factor en la elección de Guantánamo como centro de detención. Dado que la soberanía de la Bahía reside en última instancia en Cuba, el gobierno de los Estados Unidos argumentó sin éxito que la gente detenida en Guantánamo estaba legalmente fuera de los Estados Unidos y que no tenía los derechos constitucionales que les corresponderían si estuvieran alojados en territorio norteamericano.

En 2004, la Corte Suprema rechazó este argumento en el caso Rasul v. Bush llevado por el Center for Constitutional Rights, con decisión mayoritaria, y dictaminó que los prisioneros en Guantánamo tienen acceso a las cortes americanas, citando el hecho de que los Estados Unidos tiene el control exclusivo sobre la Bahía de Guantánamo.

El 8 de Noviembre de 2004, el Juez de Distrito estadounidense James Robertson dictaminó en el caso de Hamdi v. Rumsfeld que la administración Bush no podía tratar a tales prisioners como combatientes enemigos en un tribunal militar y no podía negarles el acceso a la evidencia usada en su contra. Sin embargo, el 15 de Julio de 2005, la Corte de Apelaciones de Washington revocó la decisión de Robertson y declaró que los miembros de al-Qaeda no podían ser clasificados como prisioneros de guerra y mantuvo los tribunales militares en la Base Naval de Guantánamo para los miembros de al-Qaeda.

Los prisioneros alojados en Campo Delta y Campo Echo han sido tachados de “ilegales” o “combatientes enemigos ilegales”, pero varios observadores tales como el Center for Constitutional Rights y Human Rights Watch mantienen que los Estados Unidos no ha respetado el Artículo 5 sobre los tribunales, especificado por las Convenciones de Génova.

El Comité Internacional de la Cruz Roja ha declarado que, “Toda persona en manos enemigas debe tener algún status bajo la ley internacional: es un prisionero de guerra y, como tal, está cubierto por la Tercera Convención; o un civil cubierto por la Cuarta Convención, [o] miembro del personal médico de las fuerzas armadas, cubierto por la Primera Convención. No hay ninguna condición intermedia; nadie en manos enemigas puede estar fuera de la ley”. De esta manera, si los detenidos no son clasificados como prisioneros de guerra, esto todavía les garantizaría los derechos de la Cuarta Convención de Génova (GCIV), en oposición a la más común Tercera Convención de Génova (GCIII) que se ocupa exclusivamente de prisioneros de guerra.

Mucho se ha discutido acerca de la ejecución sumaria de combatientes ilegales, usando el caso Ex parte Quirin como precedente, un caso durante la Segunda Guerra Mundial que sostuvo el uso de tribunales militares para seis soldados alemanes capturados en suelo norteamericano. Los alemanes eran sospechosos de ser saboteadores y combatientes ilegales, y por lo tanto no estaban encuadrados bajo las protecciones de POW (prisioneros de guerra), y fueron finalmente ejecutados por crímenes de guerra a pedido del presidente de los Estados Unidos de América, Franklin D. Roosvelt.
Denuncias de prisioneros

Tres prisioneros británicos, representados por el Center for Constitutional Rights, y liberados en el año 2004, revelaron la comisión de torturas, degradación sexual, medicación forzosa y persecución religiosa por parte de las fuerzas norteamericanas en la Bahía de Guantánamo. Los prisioneros han publicado un dossier de 115 páginas detallando las acusaciones. También acusaron a las autoridades británicas por conocer las torturas y fallar en su respuesta.

Las denuncias de los prisioneros británicos han sido reiteradas por dos ex prisioneros franceses, un sueco y un australiano.

Otro ex detenido en Guantánamo, el sueco Mehdi Ghezali, fue liberado en Julio de 2004, tras dos años y medio de cárcel. Ghezali declaró que fue víctima de torturas en reiteradas oportunidades. Su abogado ha declarado que pretende demandar a los Estados Unidos por los malos tratos infringidos a su cliente.

Moazzam Begg, liberado en enero de 2005, tras casi tres años en cautiverio, ha acusado a sus captores norteamericanos de torturarlo a él y a otros detenidos arrestados en Afganistán y Pakistán.

Alrededor del otoño del 2005, comenzaron unas acusaciones respecto a la alimentación forzada a detenidos en huelga de hambre. “Los prisioneros relataron que largos tubos de alimentación fueron introducidos en sus narices hasta el estómago, y los guardias utilizaban los mismos tubos con varios pacientes. Los detenidos afirman que no se les suministró ningún sedativo durante estos procedimientos, que además habrían tenido lugar frente a médicos norteamericanos, incluyendo al jefe del hospital de la prisión”.

Juma Al Dossary, ex detenido bahrení de 30 años: en sus declaraciones afirma que en tres años había sido interrogado unas 600 veces, había ingerido alimentos en mal estado, había sido golpeado varias veces (por hasta ocho guardias en una ocasión), había caminado sobre vidrio molido, etc. (inclusive, se le habrían apagado cigarrillos en su cuerpo).
Informes no gubernamentales

El 30 de noviembre de 2004, el New York Times publicó un extracto de un memorandum interno que se filtró de la administración norteamericana, con referencia a un informe del Comité Internacional de la Cruz Roja (ICRC).

El ICRC informa varias actividades que, según dice, eran “equivalentes a la tortura”: exposición a ruido alto o música, temperaturas extremas prolongadas, y golpizas. Además reporta que un equipo científico de comportamiento (behavior science team, BSCT, también llamado “biscuit”) y médicos militares brindaban información médica confidencial a los equipos de interrogación (miedos, fobias, etc.), lo cual quebrantaba la confianza de los prisioneros hacia el cuidado médico.

El acceso del ICRC estaba condicionado, como es normal para sus operaciones humanitarias, a la confidencialidad de su reporte; hubo acalorados debates dentro de las oficinas del ICRC, ya que algunos querían hacer público el reporte, o directamente confrontar a la administración Bush. El periódico dijo que la administración y el Pentágono habían visto el reporte del ICRC en Julio de 2004 pero que rechazaron sus hallazgos.
Investigaciones gubernamentales y militares

En respuesta a las acusaciones de abusos de prisioneros y otros, el Secretario de la Marina norteamericana Gordon England ordenó una revisión de las prácticas de encarcelación de detenidos en Guantánamo, conducida por un inspector general del Ejército, quien concluyó que la instalación estaba “siendo operada según los estándares más altos”.

El 3 de Junio de 2005, un informe militar admitió que soldados norteamericanos habían abusado del Corán. Un soldado pateó un ejemplar del Corán; un interrogador se paró sobre un Corán; orina de un guardia pasó a través de un ventiladero, mojando a un detenido y a su Corán; globos de agua estallados por guardias de la prisión provocó que se mojaran varios ejemplares del Corán; y se escribieron dos palabras obscenas en inglés en la cubierta de un Corán.

El 10 de Junio de 2005, durante un testimonio sobre abusos a los derechos humanos en Guantánamo, antes de la audiencia del Comité de Asuntos Judiciales sobre la reautorización del Acta Patriótica, el diputado James Sensenbrenner (uno de los autores del acta) declaró irrelevante al debate sobre los detenidos en Guantánamo.

El 12 de Julio de 2005, miembros de un panel militar manifestaron al comité que habían propuesto arresto disciplinario para el Mayor General Geoffrey Millar a raíz de la interrogación de Mohamed al-Kahtani, quien fue forzado a usar un brassier, bailar con otro hombre, y fue asustado con perros. La recomendación fue denegada por el General Bantz J. Craddock, Comandante del Comando Sur de Estados Unidos, quien refirió la cuestión al inspector general del Ejército.

El libro, Inside the Wire, by Erik Saar y Viveca Novak, también revela el abuso a prisioneros. Saar, un ex soldado norteamericano, repite acusaciones acerca de que interrogadoras femeninas abusaban sexualmente de los prisioneros y, en una ocasión, ensuciaron con lo que parecía ser sangre menstrual a un detenido. En realidad, solamente era una marca roja, pero el prisionero no podía limpiarse a sí mismo y por lo tanto no podía rezar. Otros ejemplos de golpizas por el IRF (fuerza de reacción inicial) se han reportado en este libro, y también sostiene que el Corán fue arrojado al
sanitario. Un e-mail del FBI de Diciembre de 2003, seis meses después de que Saar se fue, dijo que interrogadores del Departamento de Defensa en Guantánamo se habían hecho pasar por agentes del FBI mientras usaban “técnicas de tortura” en un detenido.


Fuente: Aljazeera.com, 1 /1 /03
http://www.aljazeera.com/me.asp?service_ID=10356

1 comentario:

  1. Anónimo7:31 a. m.

    Solo un Gobirno y Ejercitos miserables son capaces de mantener un status de indecencia para una categoria de prisioneros de guerra ( en palabras de GWBush " esto es una Guerra ...") y no terroristas. Se aplica la misma idea con la que se califico a militantes del IRA irlandes: criminalizacion y aislamiento. Los prisioneros de Guantanamo y de otras prisiones secretas deberian ser juzgados en la Corte Internacional de La Haya, como se hizo con los criminales serbios. Los que fueden declarados inocentes deberian dejar lo antes posible ese oprobioso lugar. No es admisible hablar por adelantado de penas de muerte, toda vez que no ha habido, y no habra, juicio justo e imparcial. Hay de parte de las autoridades norteamericanas el animo ciego de cobrarse venganza.No hay gran diferencia entre Guantanamo y, por ejemplo Auschwitz-Birkenau y otros sitios de muerte.

    ResponderBorrar