29 enero 2009

Editorial: Visita Ilustre (Córdoba, Argentina)




Está previsto que hoy la Excelentísima Señora Presidenta de la Nación Argentina, Dra. Cristina Fernández de Kirchner, llegue a nuestra amada provincia de Córdoba.


Lo que corresponde, ante tamaña ilustrísima visita, en mi humilde opinión, es recibirla con los veintiún cañonazos que se estilan en estos casos.


Ahora bien, lo ideal es que con el primer cañonazo le acertáramos, porque con la crisis que hay no está para gastar municiones en cualquier porquería.




Bueno, las damas del público tendrán que disculpar el siguiente video. Pero esto es catártico, qué le vamos a hacer.


14 enero 2009

Gaza/Hamastan: plataforma para la desestabilización iraní del Mundo Árabe

Hace apenas un año, el autor consideraba la aceptación de Israel de la hudna o tahidyah (cese del fuego temporal) como una victoria estratégica para el Hamas y sus aliados: la organización sería considerada por la población palestina como el elemento principal en la lucha nacional; recibiría legitimación internacional, establecería su control económico y político gracias a la generosa asistencia de la comunidad internacional; y podría desarrollar una capacidad militar de disuasión con respecto a Israel a través del contrabando masivo de armas a lo largo de la frontera con Egipto.En un año o dos, un estado extremista, aliado con Irán, Siria y el Hizbollah, podía emerger en la frontera sur de Israel, con una buena oportunidad de tomar el poder en la Ribera Occidental y afectar la estabilidad de Jordania, Egipto y posiblemente también el Movimiento Islámico en Israel.Por lo menos a nivel militar estratégico, esta evaluación se confirmó.Relaciones HistóricasA fines de la década de 1980, las relaciones entre Irán y el Hamas solamente eran marginales, principalmente debido a que los intereses de Irán estaban en movilizar a los shiitas en el Golfo. Estas acciones irritaban a Hamas (un movimiento sunita radical). El Hamas también veía el respaldo iraní hacia la Jihad Islámica Palestina (JIP), una filial de la Hermandad Musulmana, como una amenaza a su posición en la arena palestina.En el periodo inmediato posterior a la Guerra del Golfo, con la apertura del proceso de paz en Madrid sobre Medio Oriente en octubre de 1991, Teherán se designó a sí mismo jefe del campo “rejectionist” [“rechazador”]. En octubre de 1991, Irán organizó una conferencia paralela en Teherán para unir a las organizaciones radicales hostiles a las negociaciones de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) con Israel.Los participantes de la conferencia de Teherán, incluyendo el Hamas y el JIP, todos los cuales se manifestaban a favor de la destrucción de Israel, decidieron realizar todos los esfuerzos posibles para sabotear el recién nacido proceso de paz, que era visto como una amenaza directa para sus objetivos estratégicos. El régimen de Teherán decidió respaldar a la “resistencia palestina” y establecer un comité de alto nivel para unificar a las organizaciones radicales hostiles a las negociaciones con Israel en un frente islámico bajo el liderazgo iraní.Las relaciones entre Irán y el Hamas se formalizaron en octubre de 1992, cuando una delegación del Hamas, dirigida por el entonces secretario general Mousa Abu-Marzuq y el vocero Ibrahim Ghawshah, visitó Teherán para mantener conversaciones. Irán le permitió al Hamas abrir una oficina en Teherán y se comprometió a otorgarle $30 millones al año; también acordaron que la Guardia Revolucionaria entrenara a miles de activistas del Hamas en Irán y en campos del Hizbollah en el Líbano.En diciembre de 1992, la expulsión (por parte de Israel) de 415 miembros del Hamas y activistas de la JIP (Jihad Islámica Palestina) a Marj al-Zuhur en el sur del Líbano permitió al Hizbollah e Irán entrenar a algunos de ellos en el arte del terrorismo en el Líbano y en Irán. La repatriación de estos terroristas hacia la Ribera Occidental y Gaza marcó el comienzo de una nueva era de terrorismo con la llegada de los primeros atentados suicidas palestinos, inmediatamente después de la firma del acuerdo de Oslo.Saboteando el proceso de paz
La firma de la Declaración de Principios (DoP, conocida como Oslo I) por Israel y la OLP el 13 de septiembre de 1993, le presentó al liderazgo del Hamas su desafío estratégico más difícil: la elección entre la fidelidad a la ideología y la necesidad de tomar medidas pragmáticas destinadas a evitar la pérdida de su posición en la sociedad palestina. El dilema fue agravado aún más por el establecimiento de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) y las elecciones para el Consejo
Legislativo de la Autonomía el 20 de enero de 1996.El reconocimiento del estatus formal de la ANP, de hecho, implica el reconocimiento, aunque limitado y temporal, de Israel, lo que amenaza con socavar la razón de ser ideológica del movimiento y el clamor popular. Hamas sostuvo que la OLP perdió el derecho de representar al pueblo palestino y rechazó “la determinación de reconocer a la entidad sionista ocupadora. La firma de Arafat y su reconocimiento al enemigo constituye una traición hacia el pueblo palestino y la nación islámica”. El terrorismo o –en términos del Hamas- la Jihad, fue la respuesta inmediata al proceso de Oslo.Los ataques que llevó a cabo el Hamas dentro de Israel en abril de 1994 coincidieron con las conversaciones que precedieron a la firma del acuerdo de El Cairo por parte de Israel y la OLP. Los ataques que fueron perpetrados en julio y agosto de 1995 coincidieron con las discusiones con respecto al llamado a elecciones en los Territorios. En febrero y marzo de 1996, tres ataques suicidas extremadamente letales en Jerusalén (del Hamas) y Tel Aviv (de la JIP) fueron reivindicados en venganza por el asesinato (25 de enero) de la mano derecha de Izz a-din al-Qassam, el “ingeniero” Yihya Ayyash, quien había estado implicado en la planificación y ejecución de espectaculares ataques terroristas.Militantes del Hamas participaron en ataques suicidas primero y principalmente por el alto precio en víctimas que se cobraba en el pueblo israelí. Y aunque el terrorismo suicida le costó al Hamas cierto rechazo público, ningún clérigo musulmán en los territorios lo denunció públicamente.Los violentos ataques perpetrados por activistas islámicos resultaron cruciales en la determinación de pautas y la dirección del proceso político israelí-palestino. Los ataques sembraron dudas entre los israelíes con respecto a las genuinas intenciones de los palestinos y la capacidad de la ANP de controlar los elementos opositores a la implementación del acuerdo, y por lo tanto la capacidad misma de avanzar hacia una solución al histórico conflicto.Un informe de 1994 señalaba que Irán proporcionaba $3 millones por año tanto al Hamas como a la JIP, y mil familias de terroristas suicidas palestinos o detenidos de ambas organizaciones recibían pagos mensuales regulares por parte de Irán.Hamas se vio forzado a reducir el terrorismo significativamente en la segunda mitad de la década de 1990, que culminó con su expulsión de Jordania en diciembre de 1999. Durante este periodo (1993-2000), Hamas sufrió también un escaso respaldo público. Por este motivo, el Hamas se abstuvo de participar en las elecciones palestinas de 1996.La segunda Intifada palestinaContrariamente a la primera intifada en 1987-1992, que fue un levantamiento popular espontáneo rápidamente aprovechado y controlado por la OLP y el emergente Hamas, la llamada “Intifada al-Aqsa” de septiembre de 2000 fue una campaña violenta y premeditada contra Israel, viciada por fuertes connotaciones religiosas destinadas a reunir a su alrededor no solamente a los palestinos sino también, a la larga, a todo el mundo musulmán.La violencia fue iniciada por el presidente Yasser Arafat cuando se dio cuenta de que la cumbre de Camp David no podía ofrecer la clase de acuerdo con que él soñaba: el establecimiento de un estado palestino en Gaza y la Ribera Occidental, con la Ciudad Antigua de Jerusalén como su capital, sin renunciar al “derecho de retorno” de los refugiados palestinos.Con el comienzo de la violencia en octubre de 2000, la Autoridad Nacional Palestina liberó a todos los militantes del Hamas y la Jihad Islámica Palestina detenidos en los años anteriores, pero nunca los llevó a juicio por sus actividades terroristas contra objetivos israelíes, y comenzaron la larga carrera de la intifada con los atentados suicidas.Desde el estallido de la intifada, Irán mantuvo una posición central en la concesión política, la propaganda y la asistencia moral y ayuda material para el Hamas.El liderazgo externo del Hamas, que perdió su importante recurso jordano, encontró en Teherán un apoyo vital. Fueron recibidos con respeto y honor por todos los líderes iraníes, desde Khomeini hasta Rafsanjani, por el presidente, el ministro de relaciones exteriores, y se les permitió utilizar los medios de prensa iraníes para sus objetivos. Irán también es importante desde el aspecto islámico más amplio, al haber intentado fomentar los objetivos del Hamas en la Conferencia Islámica, además de todos los otros posibles foros islámicos.Es interesante señalar que el presidente de los Majlis, el parlamente iraní, le dijo a sus invitados del Hamas que todos los sectores políticos, conservadores y reformistas, estaban unidos en su respaldo a los palestinos y al Hamas, y que consideraban esta cuestión como alta prioridad ideológica y nacional.La retirada de GazaTras la muerte de Yasser Arafat en noviembre de 2004 y la elección de Mahmoud Abbas (Abu Mazen) como Presidente de la Autoridad Nacional Palestina en enero de 2005, Israel emprendió en el verano de 2005 un proceso de retirada de la Franja de Gaza. Después de treinta y ocho años de ocupación militar, el gobierno de Sharon ordenó que se retiraran los asentamientos y los soldados.Hamas presentó la retirada israelí como una afirmación de que sus estrategias de resistencia habían dado resultados, y que habían llevado al pueblo palestino hacia la victoria, y que esto podía ser transformado en poder político a través de la participación en las elecciones legislativas.
Se esperaba que las elecciones palestinas de enero de 2006 estabilizaran la dinámica interna, altamente negativa, y que reuniera nuevamente a los israelíes y palestinos en la mesa de negociaciones. Pero en cambio, el Hamas obtuvo el 44 por ciento de los votos y el 56 por ciento de los escaños en el Consejo Legislativo Palestino (CLP).
La victoria electoral del Hamas fue seguida de inmediato por la declaración de un cuarteto que condicionaba el reconocimiento por parte de la comunidad internacional del gobierno del Hamas y el continuo apoyo financiero satisfaciendo tres requisitos: el reconocimiento de Israel, la aceptación de los acuerdos previos firmados por la ANP y la OLP, y la renuncia a la violencia. El Hamas se apresuró a rechazar los tres requisitos.A raíz del creciente conflicto entre el gobierno de Hamas y Al Fatah, controlado por el establishment de la ANP, Arabia Saudita actuó en dos niveles para pacificar la escalada de violencia entre los dos, que amenazaba con devenir en guerra civil y extenderse a Egipto y Jordania. El 8 de febrero de 2007, líderes sauditas reunieron en La Meca a dirigentes del Fatah y del Hamas para negociar un acuerdo sobre un gobierno de unidad que terminara con la violencia interna y el caos en los territorios palestinos. Sin embargo, el Acuerdo de La Meca se enfocaba solamente en establecer la unidad palestina, e ignoraba el proceso de paz porque, para los sauditas, el tema más importante era evitar que la ANP sucumbiera ante la influencia iraní.
El acuerdo de La Meca fue una victoria para los líderes del Hamas, que no comprometieron ninguno de sus objetivos ideológicos y estratégicos a cambio de un gobierno de unidad que les diera la oportunidad de obtener legitimidad internacional y respaldo financiero.
La asociación estratégica entre Hamas e IránLa lucha de dieciocho años del Hizbollah en el Líbano proporciona un modelo que Teherán quisiera recrear en la Ribera Occidental y la Franja de Gaza: otro Líbano.La victoria del Hamas en las elecciones fue vista como una oportunidad para incrementar la influencia de Irán en la región. A mediados de abril de 2006, Irán organizó una conferencia de tres días en Teherán que reunió a unos seiscientos líderes palestinos y sus seguidores provenientes de países musulmanes. El secretario general del Hamas, Khaled Mashaal, declaró en la conferencia que su gobierno nunca reconocería a Israel. El último día de la conferencia Irán prometió $50 millones en ayuda para el gobierno del Hamas, después que Estados Unidos y la Unión Europea congelaran sus finanzas.El precio de este apoyo fue la escalada en la campaña contra Israel, tal como lo había pedido el presidente Ahmadinejad durante su visita a Damasco a fines de enero de 2006. Hizo hincapié en que la Jihad del Hizbollah y varias organizaciones terroristas palestinas eran un importante componente de la Jihad global contra el Occidente liderado por Estados Unidos. “Palestina es el centro de la fase final de la batalla entre el Islam y la Arrogancia”.El Primer Ministro palestino, Ismail Haniyeh, dijo a los iraníes que los palestinos nunca cederían ante las presiones de reconocer a Israel, y que se mantendrían luchando, gracias en parte al respaldo de Irán. “Tenemos una profundidad estratégica aquí en la República Islámica de Irán, y a lo largo de todo el mundo arabo- islámico”. Irán envió más de 120 millones en el año 2006 a la Autoridad Nacional Palestina para compensar el déficit causado por el bloqueo financiero por parte de Occidente hacia el gobierno dirigido por el Hamas.En abril de 2006, el Hojatoleslam Ali-Akbar Mohtashemipur, Secretario General de la Conferencia Iraní en Apoyo a la Intifada Palestina, dijo a los participantes que la creación de un estado palestino contribuiría a la seguridad de Irán.Por su parte, el secretario general del Hamas, Khaled Mashaal, prometió en diciembre de 2005 que “si Israel ataca a Irán, el Hamas ampliará e incrementará su confrontación con los israelíes dentro de Palestina”.Irán aumenta las capacidades militares del HamasTras las elecciones de enero de 2006, Irán prometió brindar asistencia a las fuerzas de seguridad del gobierno palestino encabezado por el Hamas, durante una visita a Teherán del ministro del interior palestino Said Siyam, quien se reunió con el presidente Ahmadinejad y el líder supremo Khamenei.Desde que Israel se retiró de la Franja de Gaza en 2005, el Hamas ha enviado cientos de militantes para entrenarse en siete “cursos” sobre tácticas de campo y tecnología armamentista en Irán, en una base militar secreta bajo el comando de la elite de la Guardia Revolucionaria, según afirmó un comandante del Izz al-Din al-Qassam, ala militar del Hamas, en una entrevista con el Sunday Times, de Londres. Los miembros más promisorios de cada grupo permanecían más tiempo para un curso avanzado, y regresaban como entrenadores.El informe confirma las aseveraciones echas previamente por el jefe de la agencia de seguridad nacional de Israel, Yuval Diskin, de que el Hamas había enviado “decenas” de combatientes desde la Franja de Gaza a Irán para “meses, tal vez años” de entrenamiento, y que Irán había prometido entrenar a cientos más, un movimiento calificado como peligroso estratégicamente para Israel.El año 2006 fue testigo de un significativo aument0 en la violencia palestina-israelí, a pesar del acuerdo de cese del fuego en la Franja de Gaza en diciembre. Del mismo modo, la violencia intra-palestina amenazaba con degenerar en una guerra civil en Gaza, a pesar de los continuos esfuerzos del Fatah y el Hamas por formar un gobierno de unidad nacional. Incluso después del acuerdo, las fuerzas del Hamas continuaron expandiéndose rápidamente, y obtuvieron armas más sofisticadas, en especial cohetes de largo alcance, y entrenamiento por parte de Irán.El Hamas finalmente tomó Gaza en junio de 2007 mediante un golpe militar. Las fuerzas armadas de Al Fatah colapsaron en medio de una campaña largamente planificada y bien ejecutada que se enfocó en los cuarteles y el liderazgo de las organizaciones de seguridad de la ANP. El colapso de Al Fatah se debió en gran medida a la debilidad de sus dirigentes, que no movilizaron números superiores de la facción para frustrar los asaltos. El golpe y la horrorosa violencia que lo acompañó revelan mucho sobre la política y los objetivos a largo plazo del Hamas.
Hamas empezó construyendo una fuerza militar y de seguridad a partir del modelo del Hizbollah: una jerarquía, una clara división de roles, un sistema de entrenamiento, grupos responsables del contrabando de armas, grupos a cargo de la preparación de los dispositivos explosivos y la planificación de sofisticados ataques terroristas en un esfuerzo por tomar ventaja de los puntos débiles las FDI (Fuerzas de Defensa Israelíes).
Las amenazas de la intervención iraníEl Líder Supremo iraní Ali Khamenei emitió un decreto para actuar contra Israel, “un infiel que debe ser combatido” (Kafer-e-Harbi) a causa de la “masacre de los musulmanes palestinos” y el “saqueo de las tierras islámicas”. Declaró: “Todos los combatientes palestinos y todos los creyentes en el mundo islámico tienen que ayudar a las indefensas mujeres, niños, y el pueblo [palestino] en Gaza. Cualquiera que muera en su legítima y sagrada defensa es un shahid [mártir]”.
El 30 de diciembre (2008), un alto oficial del movimiento estudiantil Basij, Mohammad Hassan Alaghemand, anunció el establecimiento en Irán de una organización de “buscadores del martirio”, llamada “Brigadas de las Fuerzas del Profeta de Dios Mahoma – Las Unidades Quds Esteshhad”, e invitó a los estudiantes que desearan unirse a registrarse en las oficinas del movimiento Estuidantil Basij a lo largo de todo el país, o en línea en
www.estehhadi.com. La agencia de noticias iraní Fars informó que más de 20.000 estudiantes iraníes habían firmado en el sitio web para ir a Gaza si era necesario. Altos funcionarios del régimen iraní, como el secretario del Concejo de Conveniencia, Mohsin Rezai, y Ahmad Tavakkoli, miembro del Majlis también anunciaron sus deseos de unirse al movimiento de los combatientes iraníes.Las organizaciones estudiantiles iraníes emitieron un ultimátum de 48 horas para el director de la oficina de intereses egipcios en Teherán, Amor Al-Zayyat, exigiendo que Egipto condenara la ofensiva israelí y abriera sus fronteras para permitir que entraran los suministros en Gaza, o que si no, sacara a sus representantes de suelo iraní para el mediodía del 1 de enero de 2009. Las organizaciones dijeron que la intención era asumir el poder de la representación egipcia, y amenazaban con que el destino del presidente egipcio Hosni Mubarak sería el mismo que el del último presidente iraquí Saddam Hussein.Un idéntico ultimátum fue emitido para los representantes de Jordania en Irán. El 31 de diciembre arrojaron bombas incendiarias en la embajada jordana.Un periódico vinculado al ex presidente Akbar Hashemi Rafsanjani fue clausurado por publicar un artículo en el que “purificaba los crímenes del régimen sionista en Gaza”, sugería que algunos partidarios de los palestinos eran “un grupo terrorista” y que los palestinos que se refugiaban en jardines de infantes y hospitales “causaban los bombardeos y el asesinato de niños y civiles”, afirmó Mohammad Parvizi, del Ministerio de Cultura y Orientación Islámica, al IRNA.En un plano regional, el Secretario del Consejo Supremo de Seguridad Nacional de Irán, Saeed Jalili, se reunió en Damasco con el presidente sirio Bashar al-Assad el 3 de enero para examinar “los medios que tienen los países islámicos para avanzar y tomar medidas concretas para obligar a Israel a detener inmediatamente las masacres cometidas contra el pueblo palestino y las formas de abrir los caminos y romper el sitio impuesto a la Franja de Gaza”. Jalili destacó el entusiasmo de su país por la coordinación y cooperación con Siria respecto a lo que está ocurriendo en Gaza.Saeed Jalili también mantuvo conversaciones en Damasco con el jefe de la oficina política del Hamas, Khaled Meshaal, y el líder de la Jihad Islámica Ramadan Abdullah Shallah. Jalili y la delegación acompañante se dirigieron luego al Líbano.La amenaza del HizbollahLa estrecha cooperación de Irán con su organización libanesa representante, Hizbollah, es la herramienta más eficiente para intervenir en el conflicto de Gaza, si lo considera necesario.
En respuesta a la campaña militar israelí contra el Hamas en Gaza, el Hizbollah denunció al estado judío y organizó grandes concentraciones. El secretario general del Hizbollah, Hassan Nasrallah, fue aún más lejos al llamar a una insurrección popular contra el régimen pro-occidental en Egipto, cuya postura no se consideró que apoyara lo suficiente al Hamas.
Implicancias regionales del control de Hamas sobre GazaEl Ministro de Asuntos Exteriores de Egipto, Ahmed Aboul Gheit, respondió a las amenazas de Nasrallah: “Ellos en realidad han declarado la guerra a Egipto…” Y cuando dice “ellos”, se refiere a Irán, Siria, Hizbollah y Hamas. Cabe señalar que incluso antes de la toma de Gaza, el presidente egipcio Hosni Mubarak expresaba su gran preocupación por la creciente fuerza del Hamas, declarando que esta organización nunca firmaría un acuerdo de paz con Israel. Dijo que el gobierno egipcio está desconcertado con respecto al futuro de la Franja de Gaza. Mubarak también sostuvo que Egipto no aceptaba al Hamas en el poder, especialmente a la luz de sus crecientes vínculos con la Hermandad Islámica, que encabeza la oposición en Egipto.Hace un año y medio, el Primer Ministro jordano Marouf Backheet, acusó al Hamas de traficar desde Siria “armas que incluyen cohetes, explosivos, y rifles automáticos”, uno de los varios intentos frustrados por la inteligencia jordana. Como resultado, Jordania arrestó a miembros de la organización quienes recibían instrucciones de un líder del Hamas en Siria y que estaban planeando llevar a cabo ataques en el país.Egipto y Jordania consideran que el éxito del Hamas en el control de la ANP podría no solo radicalizar a los palestinos y el conflicto con Israel, sino también constituir un peligroso precedente para sus propios islamistas. Al mismo tiempo, les preocupa que tanta oposición al Hamas pueda producir inestabilidad en la Ribera Occidental y Gaza, y no quieren ser vistos como adversarios de un gobierno palestino elegido democráticamente.Los países árabes aparecen profundamente divididos sobre cómo responder a la última escalada de los combates entre Israel y el Hamas, con comentarios abismalmente diferentes de sus ministros de relaciones exteriores y la apertura de una reunión de emergencia de la Liga Árabe en El Cairo el 1 de enero (2009). Los estados árabes moderados culpan a la desunión palestina por la crisis, y los estados más radicales, algunos de los cuales no asistieron, instaron a la acción colectiva para defender a los palestinos contra Israel. Entre los comentarios más destacados, el ministro de relaciones exteriores de Arabia Saudita, el príncipe Saud al-Faisal, criticó a los palestinos por su incapacidad de permanecer unidos detrás el presidente Mahmoud Abbas de Al Fatah (una condena implícita al Hamas).El presidente de Egipto, Hosni Mubarak, ha hecho similares críticas, y esencialmente les ha dicho a las naciones árabes –e Irán- que quieren que Egipto venga en defensa del Hamas que se ocupen de sus propios asuntos. El presidente de la comisión de asuntos exteriores del parlamento egipcio declaró que “Egipto no va a tolerar la existencia de un estado islámico en su frontera”.Los medios de comunicación egipcios, controlados por el estado, han acusado al Hamas por rechazar renovar el alto el fuego de seis meses con Israel y ser la principal causa de la actual violencia, por la que también condenan a Israel.Abdel Moneim Said, director del Centro Al-Ahram de Estudios Políticos y Estratégicos de El Cairo reconoce que dadas las profundas divisiones entre los palestinos y una Gaza controlada por Hamas, el gobierno egipcio “debe tomar decisiones difíciles” y está intentando trabajar de forma realista con la situación en Gaza, un punto muy sensible para Egipto. Por lo tanto, Egipto está intentando respaldar las necesidades humanitarias de los palestinos, pero no permite que un grupo radical controle la situación, domine la cuestión palestina o afecte la política interna egipcia”. Según Rania Al Malky, editor en jefe del Daily News Egypt, el gobierno egipcio está dejando en claro que quiere que Hamas fracase, porque “tiene miedo de la situación interna”, y no “quiere un experimento exitoso islámico o de la Hermandad Islámica en [su] propia frontera”.
Los sauditas y los árabes del Golfo fuerte y públicamente miran a Gaza,y critican a Israel. Pero en privado, miran a Gaza y ven el eje iraní. El conflicto verdadero es Irán-Siria contra Egipto-Arabia Saudita. Los islamistas están buscando conquistar la región de los nacionalistas árabes.
Hamas es criticado incluso en sus últimos bastiones en el Golfo. En octubre de 2008, Moussa Abu Marzouq, jefe adjunto del ala política del Hamas, con sede en Damasco, dio una entrevista al diario Al-Raya, de Qatar, en la que expresó su sorpresa ante la exigencia de los Emiratos Árabes Unidos de soberanía sobre las tres islas Tunb Mayor, Tunb Menor y Abu Moussa, que han estado en posesión iraní desde la era del Shah. Las declaraciones de Abu Marzouq desataron la ira contra el Hamas; en una reacción, un columnista del periódico Al-Ittihad de los Emiratos Árabes Unidos, Muhammad Khalfan Al-Safawi, extrapoló a partir de las declaraciones de Abu Marzouq que la demanda del Hamas sobre el territorio palestino también podría ser cuestionada y que las agendas del Hamas e Irán eran políticas más que religiosas.
ConclusiónEl presente conflicto en Gaza debe comprenderse en su contexto regional más amplio.Israel está luchando no solo contra Hamas, un movimiento político-religioso islamista radical cuyo objetivo ideológico y estratégico es destruir el estado judío para construir uno de estilo talibán, sino que se está enfrentando a una coalición de participantes radicales –Irán, Siria, Hizbollah y Hamas- que es responsable de la desestabilización de todo Medio Oriente durante por lo menos las dos últimas décadas.Este es el eje de desestabilización encabezado por el régimen khomeinista radical en Teherán, cuyo presidente, Mahmoud Ahmadinejad, amenaza con borrar del mapa a Israel pero que en realidad está tratando de lograr una posición hegemónica en Medio Oriente y el Golfo como base para convertirse en “una potencia global invencible… tan pronto como logre las tecnologías avanzadas”, como lo declaró con orgullo en octubre de 2006.Lamentablemente, como consecuencia de los resultados inconcluyentes de la Segunda Guerra del Líbano de Israel de julio-agosto de 2006 y la impotencia de la comunidad internacional para implementar efectivamente la resolución 1701 del Consejo de Seguridad, el Hizbollah se ha rearmado hasta los dientes con el apoyo de Irán y Siria, y ahora tiene un arsenal calculado en 30.000-40.000 misiles, el doble de lo que poseía en 2006, muchos de los cuales pueden alcanzar los principales centros poblados de Israel.La campaña contra el Hamas se ha embravecido a solo meses de las elecciones de la primavera de 2009 en el Líbano y la posibilidad, muy real, de que Hizbollah tome el control de su gobierno, y en el año durante el cual Irán podría alcanzar una capacidad nuclear.El Hamas es un elemento crucial para Irán porque es el único miembro sunita de la coalición, una facción del movimiento de la Hermandad Musulmana (la Siria sunita está actualmente liderada por una dictadura Alawi/Shia), y representa la causa palestina, tan cara a los árabes y musulmanes alrededor de todo el mundo.Un Hamas fortalecido y victorioso en la Franja de Gaza representa una letal amenaza para el liderazgo moderado en la Ribera Occidental y afecta la estabilidad y posiblemente la supervivencia de los regímenes moderados en Jordania y Egipto, haciéndole así el juego a las aspiraciones hegemónicas de Teherán.Por lo tanto, es imperativo para Israel ganar decisivamente la guerra contra el Hamas, el primer paso para detener la hasta ahora exitosa coalición iraní.Traducido de: Gaza/Hamastan, Platform for Iranian Destabilization of the Arab World. Ely Karmon. International Institute for Counter-Terrorism.
vèase el art. original en:
http://www.ict.org.il/Articles/tabid/66/Articlsid/592/currentpage/1/Default.aspx

06 enero 2009

HAMAS: Cohetes



El año 2008 vio un dramático incremento en la extensión de los ataques de cohetes y morteros del HAMAS a Israel, con un total de 3278 cohetes y proyectiles de mortero aterrizando en territorio israelí (1750 cohetes y 1528 proyectiles de mortero). Estos números son el doble de los de 2007 y 2006, años que marcaron un aumento de cinco veces los años anteriores. También hubo un importante aumento en la cantidad de residentes israelíes expuestos a los bombardeos. Antes de 2008, la ciudad de Sderot (con aprox. 20.000 residentes), así como también poblados alrededor de la Franja de Gaza, eran los principales blancos del bombardeo de cohetes y morteros.

En 2008, las ciudades de Ascalón y Netivot cayeron bajo el ataque de cohetes Grad con un rango de aproximadamente 20 kilómetros. Más tarde, durante la operación Cast Lead (Plomo Fundido), Asdod, Beersheba, y otras ciudades fueron atacadas por un cohete no identificado con un rango de 40 kilómetros desde la Franja de Gaza. Este cohete creó una nueva realidad en la que casi un millón de residentes israelíes [alrededor del 15 por ciento de la población total] se encontraba en situación de riesgo.

Israel lanzó un ataque aéreo sobre Gaza el 27 de diciembre de 2008, tras una serie de ataques con cohetes a su territorio y el colapso de una frágil tregua vigente durante los últimos seis meses. El jefe de inteligencia militar de Israel dijo que la capacidad del HAMAS de disparar cohetes se había reducido en un 50 por ciento. Los cohetes disparados por el HAMAS disminuyeron gradualmente, desde más de 130 el 27 de diciembre de 2008 hasta solamente unos 20 el domingo 28 de diciembre de 2008. HAMAS lanzó un total de 40 cohetes y morteros a Israel el domingo 28 de diciembre de 2008, llevando a casi 300 el número disparado desde que terminó la tregua de seis meses.

HAMAS puso en marcha un recrudecimiento de los ataques con cohetes y morteros desde Gaza una vez que declaró el fin de la tregua con Israel el 19 de diciembre de 2008. El 18 de diciembre de 2008 militantes palestinos habían disparado por lo menos 40 cohetes hacia Israel desde el martes 16 de diciembre. El miércoles 17 no menos de 24 cohetes hicieron blanco en el desierto occidental de Negev. El jueves 18 de diciembre de 2008, siete cohetes más hicieron blanco en Israel. El 24 de diciembre, cinco días después de que terminara el periodo de tregua, las ciudades de Ascalón, Netivot y Sderot, los poblados cerca de la Franja de Gaza, los cruces y las bases del IDF fueron sometidos a un masivo bombardeo de cohetes y morteros. Por lo menos se dispararon 60 cohetes y morteros, la mayoría por HAMAS. Militantes palestinos dispararon más de 40 cohetes y 20 proyectiles de mortero en los poblados de la frontera sur israelí en el día más largo de ataques desde el fin de la tregua de seis meses. HAMAS respondió disparando más cohetes y morteros hacia el sur de Israel.

Musheir al-Masri, vocero del HAMAS en el Consejo Legislativo Palestino, dijo (website: Filastin al-´An, 24 de diciembre) que los cohetes que habían sido lanzados eran solamente el primer mensaje, y amenazó con extender los ataques más allá de lo que habían hecho hasta ahora. Garantizaba que Israel sería “atacado de un modo que jamás antes lo había sido”, y que no temía las amenazas israelíes. La población de las aldeas fronterizas con la Franja de Gaza, así como Sderot y Ascalón, no estarían seguras “mientras los Palestinos no estuvieran seguros”.

HAMAS ahora tiene cohetes de más largo alcance, de fabricación iraní, y varios cayeron cerca de la ciudad portuaria israelí de Asdod por primera vez, a 37 kilómetros de Gaza. El Comando de Frente Interno de Israel recomendó que todas las comunidades dentro de un rango de 40 kilómetros de Gaza fueran enlazadas en el sistema de alerta rojo de cohetes.

El 28 de diciembre, dos impactos de artillería fueron identificados cerca de las ciudades de Gan Yavne y Bnei Darom. Los cohetes fueron lanzados desde el norte de la Franja de Gaza y lograron alcances de unos 33-34 kilómetros. Un examen demostró que eran cohetes de fabricación china con características similares a los cohetes 122 mm estándar. El máximo alcance de estos cohetes es de 40 kilómetros.

Si bien nuevos informes se refieren a ellos como cohetes Grad [nomenclatura rusa] o “Katyusha mejorados”, los cohetes utilizados en el ataque a Asdod deben tener un rango de alcance del doble que el BM-21 Grad. Fotografías de un cohete que aterrizó cerca de Gan Yavne, al noroeste de Asdod el 28 de diciembre, indican que este era un cohete 122-mm. Ello es incompatible con la idea de que HAMAS estaba utilizando cohetes de fabricación iraní, o el Oghab con un rango de 34-45 kilómetros o el Fajr-3/Ra´ad con un rango de 45 km.

Grad

El 28 de febrero de 2008, al menos diez cohetes Grad golpearon la ciudad costera de Ascalón, a unas diez millas de la frontera israelí con la Franja de Gaza. Por lo menos sesenta Qassams más hicieron blanco en Sderot ese día. Durante los primeros días de marzo de 2008, docenas de cohetes Qassam y Katyushas de tipo Grad fueron disparados en Ascalón, Sderot y comunidades linderas con Gaza. Ascalón está solamente a unos pocos minutos de distancia de la ciudad de Sderot, el principal objetivo de los ataques Qassam. El borde occidental de Sderot está a casi una milla de la frontera con Gaza. El Centro Israelí para las Víctimas del Terror y la Guerra encontró que el 28 por ciento de los adultos y el 30 por ciento de los niños de Sderot sufren de estress post traumático.

Qassam

La producción del cohete de corto alcance Qassam comenzó en septiembre de 2001, tras el estallido de la Intifada Al-Aqsa. Los cohetes han sido fabricados y desplegados primariamente desde la Franja de Gaza, aunque fuerzas de defensa israelí han incautado cohetes en la Ribera Occidental. El cohete Qassam es cilíndrico y contiene una pequeña ojiva en la punta. El cohete contiene cuatro pequeñas alas estabilizadoras en un extremo, una sección media conteniendo el motor, y una ojiva con una espoleta detonante en el otro extremo. Está hecho de hierro de aproximadamente 2.5-3 mm de espesor.

El cohete recibe su nombre por el Jeque Izz ad-Din al-Qassam [menos comúnmente, Izz Al-Din Al-Qassim], un predicador sirio militante que abogaba por la rebelión contra las potencias coloniales europeas en Medio Oriente durante las décadas de 1920 y 1930. Izz ad-Din Al-Qassam, miembro de la Hermandad Musulmana, luchó contra los franceses en Siria, perdió y luego llevó su lucha contra los británicos y la Haganah judía en Palestina. Predicaba la Jihad (guerra santa) y la revolución contra los británicos y los sionistas, y organizó y lideró el primer grupo guerrillero palestino. Fue muerto en acción el 19 de noviembre de 1935 en la primera acción de la guerrilla palestina contra fuerzas británicas. Su martirio desencadenó la Gran Revuelta de 1936-1939. HAMAS ha bautizado parte de su organización en honor a Qassam, y en los últimos años desarrolló el cohete Qassam.

El cohete Qassam fue lanzado por primera vez hacia territorio israelí el 5 de marzo de 2002, por las Brigadas Izz ad-Din al-Qassam. Si bien el cohete carece de un sistema de orientación y es muy poco preciso, el efecto psicológico inicial de los cohetes sobre Israel ha sido significativo. Antes del Qassam, los militantes palestinos carecían de los medios para llevar a cabo ataques de largo alcance. La simple naturaleza del pequeño cohete hace extremadamente difícil para los israelíes frenar su producción. El IDF ha señalado que los militantes comúnmente ocultan un Qassam en un camión comercial, conducen a un claro cerca de la frontera de Gaza y lanzan el cohete. Un sitio web del HAMAS afirmó que esto lleva solamente 15 minutos.

En respuesta a los ataques con cohetes Qassam, el gobierno israelí realizó incursiones contra instalaciones de producción y lanzamiento dentro de la Franja de Gaza. También ha instalado sistemas de radar de alerta temprana para notificar a las comunidades sobre lanzamientos de Qassam y para que los residentes se trasladen a refugios anti-bombas.

Se han desarrollado numerosas variantes del cohete Qassam. El Qassam-1, usado por primera vez en octubre de 2001, tenía un alcance máximo de aproximadamente 3-4.5 kilómetros. El cohete tenía unos 60mm de diámetro, y pesaba alrededor de 5.5 kg. El Qassam-2, utilizado primariamente desde 2002-2005, tenía aproximadamente 180cm de longitud, un alcance máximo de 8-9.5 km y podía llevar una carga útil de 5-9 kg. A partir de 2005 se desarrollaron nuevos tipos de cohetes Qassam, conocidos como Qassam-3, con un alcance máximo de 10-12km y con una carga útil de 10-20 kg.

En noviembre de 2003, el Corresponsal de Asuntos Militares Ronnie Daniel, en el canal dos de la televisión israelí, informó que los palestinos estaban ensayando etapas de una nueva generación de Qassam (el Qassam-4) que iba a tener un alcance de 17 kilómetros. Desde septiembre de 2005, las Brigadas Izz ad-Din al-Qassam desarrollaron un cohete Qassam con un alcance máximo de 15-16.5 kilómetros y dos cohetes con diámetros de aproximadamente 115mm y 155mm, respectivamente. Además, en junio de 2006 y nuevamente en julio de 2006 las Brigadas dispararon un cohete Qassam equipado con dos motores.

Durante 2004, HAMAS fue responsable de un incremento en los ataques con Qassam. Un ataque sobre Sderot el 28 de junio fue el primer ataque fatal contra israelíes usando cohetes Qassam. Dos israelíes murieron. En septiembre, dos niños israelíes fueron asesinados en Sderot en otro ataque con cohetes Qassam. En respuesta al continuo lanzamiento de cohetes Qassam, el IDF lanzó una operación de tres semanas el 28 de septiembre, en la que 130 palestinos (entre ellos 68 militantes del HAMAS y de la Jihad Islámica Palestina) y cinco israelíes murieron, según informes periodísticos.

La actividad del HAMAS se redujo considerablemente en 2005, en parte debido a su adhesión al cese del fuego. Tras acordar un cese del fuego, el ala militante de Al Fatah, la Brigada al-Aqsa, reivindicó los lanzamientos de cohetes Qassam desde la Franja de Gaza hacia el desierto de Negev que destruyeron varias propiedades e hirieron a civiles y soldados.

Durante el año 2006 Israel trató de solucionar el problema de los lanzamientos de cohetes Qassam desde la Franja de Gaza. En varias ocasiones, los cohetes golpearon comunidades israelíes en el desierto occidental de Negev, incluyendo Sderot, o aterrizaron cerca o en la ciudad de Ascalón.

La evidencia indicaba que los terroristas palestinos eran capaces, en ocasiones, de mejorar el rango de alcance de los Qassams. En por lo menos tres ocasiones, cohetes Katyusha de largo alcance fueron lanzados desde la Franja de Gaza. Para tratar el problema de los lanzamientos de cohetes desde áreas pobladas, el IDF modificó sus reglas de participación para permitir a sus fuerzas disparar a objetivos a pocos cientos de metros de casas palestinas y posiciones policiales.

A principios de 2006, oficiales de seguridad israelíes dijeron que Israel no estaba enfocándose en HAMAS, ya que éste había prohibido a sus miembros que participaran en lanzamientos de cohetes Qassam. No obstante, los israelís sostenían que activistas de HAMAS estaban proporcionando asistencia a militantes de otros grupos terroristas que lanzaban Qassams.
Fuente: Global Security.Org: HAMAS Rockets

23 diciembre 2008

FELIZ NAVIDAD!!!!

FELIZ NAVIDAD PARA TODOS!!!! Que pasen una noche muy linda, con sus amigos, sus seres queridos, que sean muy felices.
De regalo les dejo un video, que no tiene absolutamente nada que ver con la Navidad. Pero el tema es el siguiente: a que no pueden escuchar esta música sin que se les caiga una lágrima. Una de dos: o es música celestial, o yo estoy demasiado sensible y llorona. Como sea, los dejo con un poquito de mùsica, para descansar un poco de tanto terrorismo y polìtica (creo que nos viene bien a todos).

Hasta luego, Felìz Navidad!!!!!!!



Sí, era Pavarotti cantando Nessum Dorma, aria de la ópera Turandot.

17 diciembre 2008

Piratas, terrorismo y Estados fallidos

Incluso desde el fin de la Guerra Fría, se ha hablado mucho acerca del problema de los Estados fallidos. Ahora estamos viendo algunas de las terribles consecuencias del fracaso estatal en la periferia de la región de Medio Oriente.

En Pakistán, grupos terroristas como los Talibán, Al Qaeda, y Lashkar-e-Taiba se han establecido como un estado dentro del estado. Tienen un dominio virtualmente libre en las zonas tribales de administración federal, y un menor (aunque todavía importante) margen de maniobra en la Frontera Noroeste y otras provincias. Esto les hace muy fácil lanzar ataques como los que mataron a más de 170 personas en Bombay. U otros ataques, como los que costaron la vida de soldados de la OTAN en Afganistán.

En todo el Océano Índico los piratas están aterrorizando a los barcos en tránsito. La Oficina Marítima Internacional informa que este año 92 buques han sido atacados y 36 secuestrados en las costas de Somalia y Yemen. Por lo menos 14 buques todavía siguen secuestrados, y 260 miembros de tripulación están como rehenes. Un barco de pasajeros con más de 1000 personas a bordo apenas evitó convertirse en la última presa de los piratas. Buques que no han sido tan afortunados incluyen un petrolero saudita que llevaba dos millones de barriles de crudo y un carguero ucraniano lleno de tanques y otras armas.

La depredación de los piratas y los terroristas –dos especies de delincuentes internacionales- ha causado mucha angustia y una hasta ahora infructuosa búsqueda de soluciones. La ONU ha autorizado que entren buques de guerra en aguas territoriales de Somalia y que usen “toda la fuerza necesaria” contra los piratas. Varios países, entre ellos Estados Unidos, han enviado sus propias fuerzas para colaborar, pero la cantidad es claramente insuficiente para salvaguardar miles de kilómetros de agua. Los bandidos cada vez más intrépidos están aventurándose más y más lejos de la costa en busca de presas aún más lucrativas.

La respuesta en Pakistán ha sido solamente tan limitada como ineficaz. La India, Estados Unidos, Afganistán y otros países preocupados han pasado años suplicándole a Islamabad que tomara medidas contra los terroristas. Estos ruegos han sido acompañados por ofrecimientos de ayuda y amenazas si la inacción continúa. Esto tampoco ha hecho nada bien. El ejército pakistaní parece poco dispuesto o incapaz (o tal vez las dos cosas) de tomar medidas eficaces contra los poderosos grupos jihadistas que tienen vínculos de larga data con su propio servicio de inteligencia. En la desesperación, Estados Unidos ha recurrido al asesinato de los terroristas, uno por uno, con vehículos aéreos no tripulados. Esta táctica funciona y debería continuar, pero no es más que un apósito en una gran herida abierta.

El problema esencial tanto en Somalia como en Pakistán es el fracaso del gobierno. La pregunta es: ¿qué es lo que pueden hacer, si es que se puede hacer algo, las potencias extranjeras para llevar el imperio de la ley a estas tierras tan problemáticas? En el siglo XIX la respuesta era simple: los imperialistas europeos plantarían sus banderas e impondrían sus leyes a punta de pistola. El territorio que ahora comprende Pakistán no era totalmente pacífico cuando se encontraba bajo el dominio británico. Tampoco lo era la Somalia bajo soberanía británica e italiana. Pero estaban considerablemente mejor que hoy –no sólo desde la perspectiva de los países occidentales, sino también de sus propios ciudadanos.

Podría pensarse que un imperialismo así es simplemente inaceptable hoy en día. Pero esto no es del todo cierto. Ha habido una serie de casos de imperialismo en años recientes (imperialismo en todo sentido, pero sin ese nombre, por supuesto). Bosnia y Kosovo, que todavía son pabellones de la OTAN y la Unión Europea, son ejemplos notables de cuán exitosas pueden ser estas intervenciones en el momento justo.


La verdadera dificultad en emular estos ejemplos no es la falta de legitimidad. Que puede ser conferida por las Naciones Unidas o por alguna otra organización multilateral. Más difícil de superar es la falta de voluntad. Las guerrillas han demostrado ser lamentablemente exitosas en la expulsión o la neutralización de fuerzas de paz internacionales. Piense en las tropas norteamericanas y francesas en Beirut en 1983, o el incidente de la caída del Halcón Negro en Somalia en 1993.

Con demasiada frencuencia, cuando países extranjeros acuerdan enviar tropas, están tan temerosos de las bajas que imponen normas de compromiso que excluyen la acción significativa. Piense en la ineficacia de los pacificadores de la Unión Africana con respecto al genocidio de Darfur, o los pacificadores de la ONU con respecto al genocidio de Ruanda (1994). Incluso la alianza militar más poderosa del mundo no es inmune a estos problemas. La OTAN ha encontrado evidencias de ellos en el intento de que los estados miembros cumplieran con sus obligaciones en Afganistán.

Si la OTAN no hace lo suficiente para ganar la guerra en Afganistán, su mayor prioridad, entonces hay pocas probabilidades de que asigne tropas para patrullar las áreas tribales pakistaníes o la costa de Somalia. Y si los miembros de la OTAN no actúan, ¿quién lo hará?

Esa dificultad plantea ideas cuestionables tales como la que acaba de presentar Robert Kagan (teórico de política exterior): “La comunidad internacional tiene que declarar que partes de Pakistán se han vuelto ingobernables y una amenaza para la seguridad interancional. Hay que establecer una fuerza internacional que trabaje con los pakistaníes para eliminar de raíz los campos terroristas en Cachemira y en las zonas tribales”.

Es una tragedia el hecho de que tales propuestas no tengan la posibilidad de ser hechas realidad hasta que ocurra un drama. Si sufrimos otro 11 de septiembre, o algo peor, y los culpables pueden rastrearse hasta Pakistán, entonces Estados Unidos y sus aliados reunirán los medios para actuar. Pero antes no.

Dada tan triste realidad, tiene sentido pensar en la segunda mejor alternativa. En el caso de los piratas somalíes, soluciones creativas pueden incluir el uso de potencia aérea y naval para atacar las bases desde las que operan, y emplear mercenarios de Blackwater u otros para agregar esfuerzos de protección a los de las marinas del mundo. En Pakistán eso significa continuar con los ataques aéreos y proporcionar asistencia a las milicias tribales que tienen sus propios motivos en contra de los intrusos jihadistas. En ambos lugares, Estados Unidos debería estar haciendo lo que puede, en cooperación con aliados y organizaciones multilaterales, para reforzar a la autoridad central.

Pero no debemos engañarnos al pensar que alguna de estas medidas tiene mucha posibilidad de éxito. Hasta que estemos dispuestos a colocar más espacios ingobernables bajo una administración internacional, vilezas como la piratería y el terrorismo seguirán creciendo.
Traducido de: Pirates, Terrorism and Failed States. Max Boot, Jeane J. Kirkpatrick Senior Fellow for National Security Studies. December 8, 2008. Wall Street Journal.
véase el art. original en: http://www.cfr.org/publication/17942/




El secuestro del petrolero saudita



Piratas somalíes capturados (noviembre 2008, después del secuestro del petrolero saudita)


08 diciembre 2008

Los atentados en Bombay: por qué un estilo de guerrillas y no atentados suicidas


Al Qaeda y sus grupos afiliados locales adoptaron como modo de operación el ataque suicida, y lo han utilizado siempre como parte de su repertorio terrorista. De hecho, Al Qaeda se ha convertido en el grupo dominante en el escenario mundial con respecto al terrorismo suicida. Si bien este modus operandi sigue siendo muy difícil de contrarrestar sin una inteligencia preliminar, los perpetradores de los ataques terroristas en Bombay, presuntamente afiliados a Al Qaeda, eligieron una táctica diferente.

Los ataques suicidas como ideología y simbolismo

Una de las principales fuerzas en el fenómeno de la proliferación del terrorismo suicida y su transformación de un fenómeno local a uno internacional, fue el factor ideológico. A nivel ideológico, Al Qaeda introdujo la idea del auto-sacrificio, “Istishhad”, como el supremo compromiso y la manifestación última de la jihad global, su valor organizacional principal, y se convirtió en su propia “marca registrada”. Los grupos radicales islámicos afiliados locales adoptaron el suicidio como la suprema encarnación de la jihad global, y elevaron el martirio del sacrificio personal a la condición de principio de fe. El concepto de “Istishhad” como un deber personal de llevar a cabo la jihad como parte de la guerra, es parte de una filosofía global que ve a la jihad activa contra los enemigos del Islam como un pilar ideológico central y un ideal de organización.

Lashkar-e-Taiba

Las organizaciones terroristas pan-islamistas con base en Pakistán, que están aliadas con Al Qaeda y su Frente Islámico Internacional (IIF), han sido coherentes en la búsqueda de su estrategia a largo plazo dirigida contra la India.

La más virulenta y activa de estas organizaciones es Lashkar-e-Taiba (LET), cuyos cuarteles generales antes solían estar en Muridke, cerca de Lahore, en Pakistán. Es responsable de la mayoría de los ataques suicidas en la India desde que se unió con el IFF de Bin Laden poco después de su formación en 1988. Antes de que se uniera al IFF, no creía en el terrorismo suicida. De acuerdo con Hafiz Muhammad Sa´eed, el Emir del Let,“la jihad se propagaría a través de toda Cachemira. Se esparciría hasta cada pico, cada bosque, y cada ruta”. Como parte de su nueva estrategia, el Lashkar llegó con un nuevo significado para los atacantes suicidas, que llamó Misiones “Ibn Taimiya Fida´i”, en memoria del estudioso islámico árabe medieval que realizó una cruzada en contra de lo que él veía como prácticas anti-islámicas.

El 26 de diciembre de 2001, el gobierno de los Estados Unidos designó al LeT como Organización Terrorista Extranjera. Además, el 12 de enero de 2002, el gobierno pakistaní le prohibió a la organización operar en el país. Después de las prohibiciones de Estados Unidos y Pakistán, el LeT se rebautizó a sí mismo como Jamaat U Da´awa (JUD), en un esfuerzo por evadir las sanciones y continuar las operaciones. De acuerdo al Departamento del Tesoro norteamericano, el JUD, aunque proclama ser una organización humanitaria, todavía mantiene su agenda violenta, como lo expresan sus actividades. Un reciente artículo publicado por la revista JUD, ensalza los ataques suicidas por parte de terroristas en todo el mundo, mencionando las actividades de los Talibán, los insurgentes iraquíes y la Jihad Islámica Palestina. Además, el Departamento del Tesoro sostiene que el JUD utiliza la vasta infraestructura construida por el LeT, que incluye mezquitas, madrasas y oficinas de recaudación en Pakistán utilizadas para recolectar dinero y reclutar nuevos miembros.

El 16 de enero de 2008, el “Comité de Sanción a Al Qaeda y los Talibán”, del Consejo de Seguridad de la ONU, nombró a tres kuwaitíes por proporcionar respaldo a Al Qaeda. Los tres kuwaitíes, Hamid al-Ali, Jaber al-Jalamah, y Mubarak al-Bathali, fueron agregados a la llamada “lista 1267” de la ONU de casi 500 individuos y entidades vinculadas a Al Qaeda y los Talibán. Jaber al-Jalamah proporcionaba asistencia financiera y logística para Al Qaeda en Irak. Según el Departamento del Tesoro norteamericano, esta persona reclutaba “una importante cantidad de hombres” para luchar en la organización, incluyendo potenciales atacantes suicidas, y tenía un contacto directo con Osama Bin Laden.

Mubarak al-Bathali ayudaba a recaudar fondos para una serie de organizaciones terroristas, incluyendo a Al Qaeda, Ansar al-Islam en Irak, y Lashkar-e-Taiba en Pakistán, hablando en mezquitas en Kuwait. De acuerdo con el gobierno australiano, Lashkar-e-Taiba es el ala militar de Markaz-ud-Dawa-war-Irshad (MDI). El LeT también es conocido como Paasban-e-Kashmir y Paasban-i-Ahle-Hadith. Estos datos han sido corroborados por materiales provenientes de investigaciones de inteligencia dentro de las actividades del LeT. El LeT ha estado involucrado en una serie de ataques terroristas, incluyendo ataques suicidas, contra no-musulmanes en Cachemira, fuerzas de seguridad indias e instalaciones del gobierno indio.

El gobierno de la India ha implicado públicamente a la organización terrorista Jaish-e-Mohammed, junto con Lashkar-e-Taiba, por el ataque de diciembre de 2001 al Parlamento Indio que mató a nueve personas e hirió a otras 18. Según fuentes de seguridad india, en los ataques llevados a cabo por el LeT en el Parlamento Indio el 13 de diciembre de 2001 y el ataque al sitio Ram Janambhoomi en el 2005, los atacantes usaban cinturones o chalecos suicidas.

Por qué un estilo de guerrilla y no un atentado suicida

Considerando la estrategia operativa de fondo del Lashkar, el ataque a Bombay demostró el hecho de que esta vez no estamos tratando con la clase de ataque terrorista experimentado cada vez más por la India en los últimos años –una serie de explosiones simultáneas provocadas por organizaciones islámicas radicales con el fin de matar hindúes en masa. Esta vez, vimos una plena ofensiva de estilo de guerra de guerrilla urbana, con claros sellos militares, enfocándose como objetivo en una ciudad considerada el centro económico y turístico de la India. La mezcla de objetivos, así como los informes de que los terroristas musulmanes que irrumpieron en Bombay llegaron desde afuera de la India, por mar, podría señalar el hecho de que la ofensiva fue una operación conjunta iniciada por fuerzas de la Jihad global (Al Qaeda) y grupos musulmanes indios que operan en un contexto religioso y político local.

El ataque en Bombay no fue directamente un ataque suicida, como hemos experimentado en estos últimos años, que lleva el sello de la jihad global y la inspiración de Al Qaeda. Por lo general, los ataques suicidas se caracterizan como “un método operativo en el cual el acto mismo del ataque depende de la muerte del perpetrador, una situación en la que el terrorista está plenamente consciente de que si no se mata a sí mismo, el ataque planeado no se llevará a cabo. No puede completar su misión y salir vivo al mismo tiempo”.

En el ataque en Bombay, es evidente que los perpetradores no operaban como suicidas: estaban actuando con un gran estilo de guerra de guerrilla, a pesar del resultado final en el que los terroristas fueron asesinados después de 62 largas horas de asedio y un combate decidido de puerta a puerta.

A diferencia de ataques anteriores en la India este mismo año, que consistieron en atentados como bombas plantadas de forma anónima, los agresores de Bombay eran espectacularmente confrontativos, estaban también armados con AK47 y granadas de mano, estaban altamente entrenados, determinados, y llevaron a cabo incidentes múltiples y móviles, que lograron un alto número de víctimas antes de que alguien pudiera localizar con exactitud las amenazas y reaccionar de forma efectiva.

Podría esperarse que una organización local afiliada a Al Qaeda, como Lashkar-e-Taiba o Jaish Muhammad (que todavía no se ha establecido) empleara el ataque suicida como una forma de operación más que una campaña de rápida movilización. Como se mencionó antes, Lashkar-e-Taiba ha utilizado los ataques suicidas en el pasado y habría que preguntarse por qué este no fue un ataque suicida.

¿Por qué molestarse en gastar mucho tiempo en preparativos y esfuerzos operacionales en crear un equipo de asalto altamente calificado, cuando habría sido mucho más fácil y simple enviar un grupo de atacantes suicidas que se habrían detonado a sí mismos en lugares muy concurridos logrando el mismo impacto y los mismos resultados? ¿El reciente atentado es una manifestación de una nueva tendencia que pasa de los ataques suicidas tradicionales a una nueva forma de operación? ¿Fue un caso aislado no representativo o una señal de una nueva tendencia con relación a la futura naturaleza de las organizaciones terroristas islámicas afiliadas a Al Qaeda?

Ya se están escuchando voces críticas con respecto a los operativos militares de la India, la guardia costera y la respuesta de la policía ante el ataque, señalando y criticando la lentitud y la insuficiencia de la respuesta, la completa incapacidad e incompetencia del aparato de seguridad indio, las alertas de inteligencia que fueron dadas al gobierno estatal, y que también fueron transmitidas a los servicios de seguridad de los hoteles, pero fueron ignoradas o no traducidas en medidas de seguridad… la realidad es que hubo un amplio fallo estructural en Bombay.

Obviamente, el ataque a Bombay, sacó a la superficie las críticas internas del público y las voces de respetables expertos indios contra el terrorismo llamando urgentemente a una reestructuración organizacional interna dentro de los organismos contraterroristas del gobierno indio como la Oficina de Inteligencia, el Ala de Investigación y Análisis (R&AW), el ejército, la policía del estado, la guardia costera, y los aparatos de inteligencia.

Una de las sugerencias es crear y desarrollar organismos conjuntos de coordinación para asegurar la acción operativa conjunta en todos los aspectos relacionados con el terrorismo. Cada organismo es igual y participa en forma conjunta y responsable del proceso entero de contra-terrorismo, desde la recolección hasta la acción sobre la inteligencia recogida. Si hubiera existido un sistema de este tipo, los avisos emitidos por ellos sobre la posibilidad de un ataque de Lashkar-e-Taiba por mar a Bombay (que no fueron escuchados por la policía de Bombay) la inacción no habría tenido lugar, porque el IB y la R&AW habrían sido tan responsables por las acciones subsiguientes como la Policía de Bombay.

Sin embargo, para todos nosotros fuera de la India, como observadores externos, sería prematuro en esta etapa hacer conclusiones estratégicas y operativas, y no hay necesidad de entrar en especulaciones o teorías; debemos esperar con paciencia para conseguir respuestas a través de las rigurosas investigaciones llevadas a cabo por las autoridades indias y otros gobiernos alrededor del mundo por medio de sus agencias de inteligencia y de aplicación de leyes. Las reacciones de histeria masiva, y la retórica repetida por expertos contra el terrorismo describiendo al ataque de Bombay como el “escenario del juicio final” son prematuras, contraproducentes e innecesarias en este momento. La cuestión estratégica dentro del análisis deberá proporcionar respuestas sobre cuál fue la “raison d´etre” y la intención estratégica de la organización terrorista que inició y perpetró el ataque a Bombay, ¿fue una manifestación de una nueva tendencia de modus operandi de la jihad global o un evento aislado?
Traducido de: The Mumbai Attacks – Why Guerilla-Style and not Suicide Bombing?
Jonathan Fighel. En: ICT (International Institute for Counter-Terrorism)

03 diciembre 2008

Terrorismo en la India

La India ha sufrido por mucho tiempo la violencia de los ataques extremistas basados en movimientos separatistas y secesionistas, al igual que en desacuerdos ideológicos. En particular se considera que la disputa territorial sobre Cachemira (región en disputa entre la India y Pakistán) ha multiplicado los ataques terroristas a gran escala, como por ejemplo los atentados en un conmutador de trenes de Bombay en julio de 2006, y una mortífera explosión en la línea de ferrocarriles entre la India y Pakistán en febrero de 2007. La violencia relacionada con Cachemira plantea la preocupación internacional acerca de una posible vinculación en cadena de militarización islamista transnacional.

El ataque terrorista a un hotel del distrito de Bombay el 26 de noviembre, adjudicado por un grupo desconocido llamado los “Mujahideen del Decán”, parece confirmar un inquietante giro de los acontecimientos a nivel nacional. Recientemente, un grupo autodenominado Mujahideen de la India se sumó a la lista de organizaciones terroristas, adjudicándose la responsabilidad por una serie de atentados en noviembre de 2007 en el estado de Uttar Pradesh, y los ataques de 2008 en las ciudades indias de Nueva Delhi, Jaipur y Ahmedabad. Sus relaciones con el nuevo grupo Mujahideen del Decán no están claras.

Por otra parte, la India enfrenta otra amenaza extremista: una insurgencia maoísta de revolucionarios llamados “Naxalitas” ha emergido a lo largo de una amplia franja del centro de la India –llamado el “corredor rojo”- cobrándose una creciente cantidad de víctimas.
¿La India enfrenta una grave amenaza de grupos extremistas?

Los expertos dicen que sí. La cantidad exacta de grupos que orquestan los atentados en la India es difícil de precisar debido a la fragmentación de los movimientos, pero el país enfrenta una posible violencia perpetrada por docenas de grupos extremistas. Más de 2750 personas en toda la India han muerto a raíz de la violencia relacionada con el terrorismo en el año 2006 (1).

¿Por qué la India enfrenta un violento extremismo?
Desde principios de su historia post-colonial, la India ha experimentado violencia relacionada con movimientos separatistas e insurgentes, desde la disputa territorial sobre Cachemira, pasando por el movimiento separatista Sikh en el Punjab, hasta un movimiento secesionista en el estado nororiental de Assam.

Esta nación es la democracia más grande del mundo; con aproximadamente mil millones de habitantes, tiene una gran cantidad de minorías étnicas y religiosas (2) que están sometidas a una subordinación económica, y que frecuentemente buscan concesiones territoriales.

Conflictos inter-étnicos han golpeado a la India en sus niveles más altos. En la India los magnicidios son una constante. Mahatma Gandhi fue asesinado por un hinduista acérrimo, un año después de haber conseguido la independencia del país, por haber permitido la partición de Pakistán. A Indira Gandhi la asesinaron en 1984, miembros sikhs de su cuerpo de guardaespaldas, a raíz de la represión en el Templo Dorado de Amritsar, un santuario donde los sikhs estaban intentando la separación del Punjab (buscaban crear el estado independiente de Khalistán). Finalmente, a Rajiv Gandhi lo mató una mujer suicida en la ciudad sureña de Sriperumbudur. En este caso, Rajiv, nieto de Nehru, había abandonado a los Tigres de Tamil Eelam, una guerrilla hinduista que luchaba contra el ejército de Sri Lanka para convertir a la península de Jaffna en un estado independiente o por lo menos en una provincia de la India.

Los diferentes grupos étnicos y religiosos, o las clases sociales, frecuentemente actúan como nacionalidades individuales que provocan la movilización en apoyo a una causa. Si los reclamos no son atendidos, estos movimientos se convierten en extremismos.

Los naxalitas

Los naxalitas son extremistas de izquierda que toman su nombre de Naxalbari, un poblado del estado de Bengala Occidental donde originaron un levantamiento por primera vez en 1967. Los grandes esfuerzos contrainsurgentes de la India en la década del setenta casi aniquila a este grupo, dejándolo fragmentado en pequeñas facciones, incluyendo Guerra Popular y Centro Comunista Maoísta. En 2004, estos dos grupos se aliaron para formar el Partido Comunista de la India (Maoista). El grupo, constituido ahora por una coalición de facciones, desafía al poder del Estado con violencia para respaldar su objetivo declarado de ayudar a los pobres sin tierra, al pueblo tribal, y a las castas inferiores.

El problema de raíz en la zona de los naxalitas es la pobreza y la desigual distribución de los recursos. El problema principal es la distribución, porque los fondos están.
En el año 2004, el reajuste de las facciones de los Naxalitas resultó en un “corredor rojo” de actividad que va desde la frontera con Nepal a través de trece de los veintiocho estados de la India. La franja pasa a través de los bosques y junglas de la India central, donde el grupo se refugia y recluta combatientes en la población empobrecida de la región.

Los estados de Andrha Pradesh, Bihar, Bengala Occidental, Jharkhand, y Orissa han presenciado altos niveles de actividad de los naxalitas; pero sin embargo, la peor parte la obtuvo Chhattisgarh, que en el año 2006 tuvo más de 360 muertos a raíz de esta violencia maoísta; en Chhattisgarh, un estado con una población mayoritariamente tribal, una pobreza extrema, etc., los naxalitas han diseminado exitosamente su mensaje revolucionario enfocándose en el fracaso del sistema gubernamental.

Los naxalitas reclutan combatientes voluntariamente y a veces por la fuerza. Sus seguidores utilizan armas cortas y explosivos caseros, incluyendo minas terrestres. Recaudan fondos a través de la extorsión o la creación de administraciones paralelas para recolectar impuestos en áreas rurales donde los gobiernos locales y el estado indio parecen ausentes.

Una amenaza para la seguridad india

Los naxalitas son la mayor amenaza para la seguridad interna de la India, según lo afirmó el primer ministro Manmohan Singh en el año 2006. Los naxalitas, que serían entre diez y veinte mil hombres, libran una campaña de violencia y secuestros contra el personal de seguridad y grupos de vigilancia.
Los continuos enfrentamientos entre maoístas y el gobierno han obligado a miles de aldeanos a buscar refugio en asentamientos gubernamentales temporales o en campos de los mismos naxalitas.

Los naxalitas y el conflicto por Cachemira

El conflicto por Cachemira es un movimiento extremista separado. Cachemira ha sido durante mucho tiempo un punto candente entre los estados nucleares de Pakistán e India. Las dos naciones comenzaron un proceso de paz en 2004 para resolver sus diferencias, incluyendo el tema de Cachemira, que los ataques terroristas posteriores no han podido frustrar. Grupos activos en Cachemira y listados por el Departamento de Estado como organizaciones terroristas incluyen a Lashkar-e-Taiba, Harakat ul-Mujahideen, y Jaish-e-Muhammed. El grupo sospechoso de ser el principal partícipe en los ataques terroristas en suelo indio desde el 11 de septiembre es Lashkar-e-Taiba.

Lashkar-e-Taiba

Lashkar-e-Taiba (LeT), o “Ejército de los Puros”, es el brazo armado de una organización religiosa fundada en 1989 con sede en Pakistán. Durante la década de 1990, el grupo recibió instrucciones y financiamiento por parte de los servicios de inteligencia pakistaníes (ISI), a cambio de la promesa de tomar como objetivos a hindúes en Jammu y Cachemira y entrenar a extremistas musulmanes en suelo indio. Después del 11 de septiembre de 2001, Estados Unidos lo incluyó en la lista de organizaciones terroristas e Islamabad lo proscribió: este grupo pasó a la clandestinidad, ya muy fragmentado, utilizando diferentes nombres... Sin embargo este grupo sigue siendo sospechoso de haber participado en varios atentados a gran escala en la India, como por ejemplo el ataque al parlamento en Nueva Delhi en diciembre de 2001, la explosión de un tren que circulaba entre la India y Pakistán en febrero de 2007, entre otros.

Movimiento de Estudiantes Islámicos de la India (SIMI)

El Movimiento de Estudiantes Islámicos de la India (SIMI), fundado en el estado de Uttar Pradesh en 1977 para promover la enseñanza del Islam, fue radicalizándose cada vez más en el decenio de 1990. El fundador original, Mohammad Siddiqi Ahmadullah (que ahora dicta clases de periodismo en la Universidad de Illinois Occidental), sostuvo que el grupo ahora es totalmente diferente al que él había creado. Al parecer, este grupo jihadista refuerza al LeT ayudándole a expandir sus actividades dentro de la India. Nueva Delhi proscribió al SIMI en el año 2001, etiquetándolo como una organización terrorista después de que varios estados indios dijeran que estaban incitando a los disturbios y la violencia. Muchos de sus miembros principales fueron encarcelados y el grupo entró en la clandestinidad en aquel momento. La organización continúa ejerciendo presión para el levantamiento de la proscripción de sus actividades, pero en febrero de 2007 la Suprema Corte de la India etiquetó al SIMI como “secesionista”y se negó a poner fin a la prohibición. La policía india sospecha que el SIMI tiene vínculos con los mujahideen indios, el grupo que reivindicó su responsabilidad por varios atentados en 2007 y 2008.

Los grupos terroristas que utilizan a Cachemira como un grito de guerra se han vinculado crecientemente con un movimiento islamista más general, según el cual la India es considerada una estado anti-musulmán. Estos grupos terroristas la ven como parte del enemigo junto a Occidente, y por lo tanto “debe” ser atacada.

Los musulmanes constituyen el grupo minoritario más grande del país, y la India tiene la segunda población musulmana más grande del mundo después de Indonesia. Sin embargo, un controvertido informe publicado por el Sachar Committee de Nueva Delhi en noviembre de 2006 encontró que los musulmanes de la India están rezagados (CS Monitor) con respecto al resto de los indios en términos de alfabetización, tasas de empleo, e ingresos. Incluso el tema de Cachemira va más allá: demuestra la incapacidad del estado indio en enfrentar la desigualdad y la situación de desventaja que tienen los musulmanes en la India.

¿Cómo combate la India a los grupos extremistas?

A pesar de las insurgencias en curso y las amenazas terroristas en la India, los expertos reconocen la postura histórica de Nueva Delhi de hacer frente efectivamente con los extremistas a través de una combinación de un fuerte despliegue militar y el tratamiento de las quejas a través de negociaciones.

Pero sin embargo grupos defensores de los derechos humanos a nivel nacional e internacional protesta sobre el enfoque a menudo torpe de la India. Human Rights Watch informa que las fuerzas de seguridad que operan en Cachemira abusan de las leyes estatales permitiendo la fuerza letal, y detalla múltiples casos donde policía o el ejército asesina a civiles inocentes. El informe llama a la tortura en la India “endémica” y cita a un abogado indio que llama a la práctica “rutina” pero dice que “la mayoría de la gente está tan contenta de salir viva de un interrogatorio, que realmente no se queja”. Amnesty International documentó abusos similares de poder por parte de personal de seguridad en el estado nororiental de Assam. El Asian Center for Human Rights, con sede en Nueva Delhi, sostiene que las fuerzas de seguridad y un grupo paramilitar con apoyo estatal mató a 330 personas durante las campañas anti-naxalitas.

Ley antiterrorismo en la India

No hay. Cuando Singh tomó el control del parlamento indio en el año 2004, una de sus primeras acciones de gobierno fue derogar el Acta de Prevención de Actividades Terroristas. Aprobada en 2002, la ley fue fustigada por grupos defensores de los derechos humanos, quienes sostenían que su lenguaje vago le daba a la policía libertad de hostigar a las minorías religiosas y étnicas.

El gobierno de Singh no ha promulgado una ley revisada para reemplazarla, pero el gobierno puede prohibir a los grupos extremistas por actividades criminales en virtud del Acta de (Prevención) de Actividades Ilegales, aprobada en 1967 y modificada en 2004.

Influencia extranjera en los grupos extremistas de la India

Grupos terroristas extranjeros se infiltran en la India para organizar ataques. En Asia es habitual que los entrenamientos de den en países vecinos. La India misma ayudó a entrenar a los extremistas de Sri Lanka, los Tigres de Tamil Eelam, durante la década de 1980, que más tarde supuestamente orquestaron el asesinato del ex primer ministro Rajiv Gandhi en 1991 en un ataque suicida. Los extremistas de la India también recibieron entrenamiento en otros países.

Influencias de otros países en el extremismo indio

Pakistán. Extremistas con base en Pakistán han desempeñado un rol durante mucho tiempo en el conflicto por Cachemira. Los servicios de inteligencia pakistaníes respaldaban a los militantes cachemires, y se sostiene que aún siguen haciéndolo. El presidente pakistaní Pervez Musharraf hizo una promesa después del 11 de septiembre tomar medidas drásticas contra los grupos terroristas que operan en Cachemira, forzando a los grupos a evolucionar, escindirse y entrar en la clandestinidad.

Bangladesh. El aumento del extremismo islámico en Bangladesh cerca de la frontera india ha causado temores de efectos colaterales en la India. Bangladesh ha servido durante mucho tiempo como un santuario y base de entrenamiento para militantes separatistas del noreste como el Frente Unido por la Liberación de Assam.

Nepal. Hay indicios de que el éxito de los rebeldes maoístas en la vecina Nepal ha reforzado a los grupos extremistas del ala izquierda en la India. Los maoístas nepaleses e indios ofrecen mutuamente apoyo ideológico y posiblemente militar. Los dos grupos lanzaron su primer ataque conjunto en el estado indio de Bihar en abril de 2005.

Notas

(1) Según un análisis del South Asia Terrorism Portal, un proyecto del Instituto para la Gestión de Conflictos, un gabinete estratégico independiente con sede en Nueva Delhi.

(2) La India está constituida por una gran cantidad de pueblos, como por ejemplo el bengalí, el tamil, el cachemir y el punjabí. A su vez, está dividida en religiones como el hinduismo, el islamismo, el budismo, y las creencias sikhs. La religión hindú, que desciende de los Vedas (libros sagrados) pero no tiene profetas, es la creencia mayoritaria. Siddarta Gautama nació, creció y desarrolló su doctrina en la India. Entretanto, en el norte, buscando un punto final para los permanentes enfrentamientos entre hinduistas y musulmanes, surgió en el siglo XV la religión sikh, que incorpora las enseñanzas védicas y las coránicas.

Editorial del mismo blog. Sara.
Video: los ataques en Bombay.

24 noviembre 2008

Libros Recomendados


Mi biblioteca se derrumbó sin piedad apenas intenté guardar el enésimo libro. Del desastre que quedó, rescato mis libros favoritos, y quiero que los vean, que son mucho muy interesantes. Tengo más, pero vamos de a poquito.
Misha Glenny. McMafia: el crimen sin fronteras. Buenos Aires: Ediciones Destino, 2008 (Col. Imago Mundi).
Un viaje por los bajos fondos globales. El mayor fresco imaginable sobre la economía en las sombras que mueve un 20 por ciento de los negocios mundiales.


“Detrás de cualquier gran fortuna –dijo Balzac- se oculta un crimen. Misha Glenny ha actualizado esta observación a nuestro tiempo”. Cristopher Hitchens.


Con el colapso de la Unión Soviética, la caída del Muro de Berlín, y la desregulación de los mercados financieros internacionales en 1989, gobiernos y empresarios se intoxicaron por los pronósticos de una expansión sin límites hacia nuevos mercados abiertos. Nadie prevería que el mayor éxito de estos eventos sería la globalización del crimen organizado. Las estimaciones actuales indican que el comercio ilegal representa cerca de la quinta parte del PBI mundial.
McMafia es una investigación intrépida, abarcadora, con plena autoridad, de la nueva capacidad probada del crimen organizado alrededor del mundo de encontrar mercados financieros motivados por una demanda evidentemente insaciable de productos ilegales. Ya sea discutiendo sobre la mafia rusa, los carteles de droga colombianos, o la mano de obra traficante china, Misha Glenny deja en claro cómo el crimen organizado se alimenta de la pobreza del mundo en desarrollo, cómo explota las nuevas tecnologías en la forma del delito cibernético y el robo de identidad, y cómo el crimen y el terror globales están alimentadas por la misma fuente: la triunfante prosperidad económica de Occidente.


Para rastrear los dispares filamentos de esta historia semejante a una hidra, Misha Glenny, prestigioso periodista de la BBC, habló con policías, víctimas, políticos, y miembros del submundo global en Europa del Este, América del Norte y América Latina, África, Medio Oriente, China, Japón e India. Este libro reúne y conecta historias de delincuentes ucranianos, blanqueadores de dinero de Dubai, estafadadores de Nigeria, miembros de los sindicatos de drogas en Colombia y Canadá, ciberdelincuentes de Brasil, traficantes de personas en China, etc.


Al mismo tiempo, McMafia plantea una profunda reflexión sobre los abismos de la globalización, en donde las fronteras que separan lo legal de lo ilegal son cada vez más borrosas. Después de leer este libro, cambia nuestra percepción sobre el mundo.


Sobre el autor. Misha Glenny ha sido corresponsal de The Guardian y de la BBC en Europa del Este, y como tal fue testigo del hundimiento del comunismo y de los conflictos bélicos de la antigua Yugoslavia. Es autor de tres libros sobre Europa del Este y los Balcanes, y suele ser consultado habitualmente por los gobiernos europeos y norteamericano sobre cuestiones políticas de gran profundidad. Durante tres años fue responsable de una ONG que contribuyó a la reconstrucción de Serbia, Macedonia y Kosovo.





Terry Eagleton. Terror santo. Buenos Aires: Debate, 2008
Son muchos los que creen conocer los orígenes del terrorismo que llena diariamente las páginas de los periódicos y las pantallas de televisores de todo el mundo y que contemplamos con una mezcla de horror y fascinación.


“Terror santo” ofrece una profunda investigación sobre la idea del terror, llamando la atención sobre las fuentes políticas, filosóficas, literarias y teológicas que sirven para trazar su genealogía desde la Antigüedad hasta nuestros días. Terry Eagleton construye una metafísica del terror a partir de los clásicos de la literatura y la filosofía de todos los tiempos: Sófocles, San Pablo, Santo Tomás de Aquino, Shakespeare, Robespierre, Conrad, Dostoievski, Stendha, entre otros. El terror convive con nuestras sociedades desde siempre, como un mecanismo de control y de legitimación del poder.


Sobre el autor. Terry Eagleton es posiblemente el crítico cultural en lengua inglesa más importante de nuestros días. Nacido en Salford, en 1943, se doctoró en el Trinity College de Cambridge, y ha sido profesor en las universidades más importantes del Reino Unido. Tras su paso por Cambridge y Oxford, obtuvo la cátedra John Rylands de Teoría Cultural de la Universidad de Manchester. Entre sus obras más reconocidas figuran: “Después de la teoría” y “El portero”.

Gilles Kepel (dir.) Las políticas de Dios. Bogotá: Grupo Editorial Norma, 2006 (Co
l. Documentos)


¿Qué persiguen los movimientos religiosos que se desarrollan en todo el mundo? ¿Quiénes son los actores? ¿Cuál es su impacto real? ¿Qué distingue o acerca a los activistas islámicos, judíos, católicos, protestantes, ortodoxos o hinduistas? En definitiva, ¿cuáles son las calves religiosas de lo que dominado la coyuntura política en el final del siglo XX y los albores del siglo XXI?
Contenido. Los procedimientos de la reislamización. El Frente Islámico de Salvación entre la prisa y la paciencia. Irán: de la revolución al islamismo hizbulah.



La Iglesia Católica en busca de un nuevo lugar en el mundo. La primacía de la evangelización.


Sobre los escombros del comunismo. Las ambigüedades del renacimiento religioso en Rusia. China: islam y cristianismo en el crepúsculo del comunismo.




Transfiguraciones, ajustes, chapuzas. La proliferación de lo divino en el África subsahariana. El papel político de los protestantes en América Latina.




Secularización y retorno de lo reprimido religioso. El nacionalismo hindú: de la construcción ideológica a la movilización política. Sionismo, mesianismo y tradición judía.




Sobre el autor. Gilles Kepel es profesor del Instituto de Estudios Políticos de París Sciences Po, investigador de CNRS y gran especialista en el mundo musulmán. Kepel es el mayor experto europeo en las sociedades islámicas y ha escrito varios libros sobre temas musulmanes, entre los que se destacan: “Yihad, crónica de una guerra en Oriente” y “La revancha de Dios”.

Viviane Forrester. El crimen occidental. Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica, 2008 (Tezontle)




Hay una laguna en el epílogo de la Segunda Guerra Mundial: si bien los Aliados condujeron una guerra clásica, heroica y victoriosa contra la Alemania expansionista, la guerra contra el nazismo jamás tuvo lugar. El fenómeno del racismo, que estuvo en la base de la guerra, no fue resuelto: fue considerado en sus formas más siniestras y reparado en sus consecuencias extremas, pero no en sus sustancias ni en sus orígenes.




Aunque durante las décadas de 1930 y 1940 las democracias occidentales se opusieron por principio a la ideología de la Alemania nazi, eso no se tradujo en una reacción seria y concreta de rechazo y oposición contra los maltratos y las persecuciones a los judíos. Una documentación precisa e irrefutable revela las dimensiones trágicas del abandono de los judíos europeos por Occidente durante el Tercer Reich.




Viviane Forrester desarrolla un enfoque novedoso acerca de la génesis del conflicto en Oriente Próximo y demuestra hasta qué punto los israelíes y los palestinos no son víctimas unos de otros, sino que unos y otros lo son de una larga historia europea que los condujo a un conflicto artificial e interminable. En tal sentido, sostiene: “Una historia europea en la que ninguno de los dos fue el verdugo ni el culpable. Los árabes reciben el lastre, el castigo de un desastre al que son totalmente ajenos; los judíos, víctimas de este desastre, incitados, cuando no acorralados en un papel de intrusos, y sin poder ver que, aunque voluntariosos, aunque vencedores, se los había puesto en cuarentena”.




"El crimen Occidental” presenta un punto de vista nuevo acerca de la tragedia que atraviesa Oriente Próximo y permite pensar desde otra perspectiva las responsabilidades de un conflicto que parece inexorable.




Sobre la autora. Viviane Forrester: novelista, ensayista, y crítica literaria francesa, ampliamente reconocida por sus ensayos sobre las consecuencias del neoliberalismo y la globalización. Asimismo es considerada una especialista en Vincent van Gogh y Virginia Woolf.


Mathias Énard. MANUAL DEL PERFECTO TERRORISTA. 2007.




Manual de terrorismo para principiantes que indica las condiciones de tiempo y dinero que se precisan, los estudios que hay que seguir, los exámenes que se han de salvar, las aptitudes y facultades necesarias para conseguirlo, el modo de establecerse y las probabilidades de perfeccionamiento y éxito en la profesión; iluminado con tablas e ilustraciones, y rematado por ejemplos e interludios divertidos, destinados a distraer el espíritu durante el estudio.




Del Prólogo




Yo, Virgilio, negro de piel y esclavo por condición, me propongo transcribir aquí, con los medios de que dispongo, los consejos y lecciones que me transmitió mi Maestro en el transcurso de nuestra vida en común.




Hasta el momento de su Gran Ocultación, no escatimó tiempo ni sufrimientos en inculcarme los diez mandamientos del terrorismo, así como su filosofía y el espíritu de esta cofradía en plena expansión. Me enseñó cómo y por qué preservar la gran tradición de las innovaciones censurables, así como a distinguir entre aficionados y artistas, hasta que hizo de mí un discípulo consumado.




Tengo la esperanza de que este tratado esté a la altura del pensamiento de mi Maestro y pueda así instruir a aquellos que se propongan seguir el camino de los Artificios.




Soy plenamente consciente de los errores y variaciones que mi pobre memoria haya podido introducir en este breviario, y espero que tengáis la bondad de perdonarme si es que de algún modo he traicionado el pensamiento de mi Maestro.




Lección segunda: Tener un lado místico Al día siguiente mi Maestro se levantó al alba como era su costumbre. Me lo encontré en plena meditación. En bata, sentado sobre un pequeño cojín redondo, con las rodillas abiertas apoyadas sobre el suelo, las manos una sobre la otra, los ojos entornados y la mirada vaga pero resuelta. Respiraba con regularidad. Muchas veces me había explicado los principios del zen tal como él lo practicaba, pero confieso que me seguía resultando igual de misterioso. Así que me tomé mi desayuno mientras lo vigilaba por el rabillo del ojo, tal como él me había ordenado. Como cada mañana, temía que desfalleciese, que se encorvase o se durmiese, ya que entonces debería servirme del bastón ad hoc (pues ésas eran sus órdenes) para sacudirle un golpe seco y contundente de arriba hacia abajo justo en el nacimiento de la espalda. Además, sospecho que lo hacía expresamente: dormirse o retorcerse apenas llegaba yo al salón para ponerme a prueba. Mis golpes siempre le parecían demasiado suaves.




—Virgilio —me decía—, golpeas como una niñata. Si tuviésemos a mano un buen japonés, bien grandote, rudo y tosco, verías tú cómo se utiliza un kyosaku: sin sentimiento. Haz lo que tienes que hacer, aquí y ahora. Aquí y ahora, Virgilio. Vosotros, negros bastardos del Caribe, siempre estáis distraídos. No le harías daño ni a un gato. O mejor dicho sí, sois capaces de mataros entre vosotros por una mujer, un pollo o una botella de ron con un salvajismo poco común, pero sin ningún método, distraídamente, en absoluto desorden. Te pido que le avientes un solo golpe, fuerte y bien medido, a un blanco que no te ha hecho nada, y tú vas y vacilas. Éste es un bastón místico, Virgilio: me vuelve a poner en mi sitio, me recuerda que tengo un cuerpo sobre esta tierra, que debo estar aquí y ahora, y nada más, sin albergar ningún otro pensamiento ni deseo. Y tú, al manejar el bastón, debes hacerlo sin odio, sin piedad, sin sentimientos de ninguna clase, sin otro interés que el de cumplir la orden recibida. Debes golpear una sola vez, eso es todo.




Confieso que en más de una ocasión estuve a punto de aprovecharme de la situación y administrarle a mi querido Maestro una paliza de la que se hubiese acordado, pero el simple hecho de ser él quien me lo había ordenado le quitaba toda la gracia. Así las cosas, yo era una niñata que temía el momento en que me tocaría volver a empuñar aquel artefacto de madera para cumplir con esta baja faena.

Loreta Napoleoni. Yihad: cómo se financia el terrorismo en la nueva eco
nomía. Ed. Tendencias, 2004




“Si nos limitamos a seguir la pista del dinero, los elementos que permiten la existencia de redes terroristas a menudo se localizan en los Estados Unidos y otros países occidentales”. The Star Ledger.




Sobre la nueva economía del terrorismo islámico actual. Su autora, especialista en terrorismo, economía y mundo árabe, ofrece una perspectiva inédita: el terrorismo islámico, afirma Napoleoni, no es religioso en realidad, sino económico.




A lo largo de estos últimos cincuenta años, el dominio económico y político de Occidente ha obstaculizado la expansión de una economía emergente y de una fuerza financiera existente en el mundo musulmán. Esta fuerza ha establecido alianzas con grupos armados islamistas y con líderes religiosos pertenecientes a la línea más dura, dentro de una campaña que persigue librar a los países musulmanes de la influencia occidental, así como de los dirigentes oligárquicos orientales. Como en la cruzadas, la religión no es más que un mero instrumento para el reclutamiento de efectivos; la verdadera fuerza impulsora es la economía.




El núcleo de “Yihad” gira en torno a la demostración de que, a lo largo de este último medio siglo, los miembros de las organizaciones armadas han sido perseguidos en sus países de origen por parte de las mismas fuerzas políticas que les han animado a servir, fuera de su territorio, a los intereses económicos de Occidente y de sus aliados, dualidad que ha proporcionado a las organizaciones del terror la oportunidad de organizar su propia economía. Este fenómeno es definido por la autora como la Nueva Economía del Terror, una red internacional que relaciona los sistemas de apoyo y logísticos de los grupos armados.




“La economista Loretta Napoleoni llega a una reveladora conclusión: que la Nueva Economía del Terror es un sistema económico internacional de rápido crecimiento que genera alrededor de 1.5 billones de dólares al año, el doble que el PIB británico”. The Wall Street Journal.




Sobre la autora. Loretta Napoleoni se licenció en la Escuela Superior de Estudios Internacionales de la Universidad John Hopkins (Estados Unidos) en 1981, tras obtener una de las prestigiosas becas Fulbright. Desde entonces ha trabajado como consultora en Londres, como economista en el Fondo Monetario Internacional, el Banco Nacional de Hungría, el Chase Manhattan y en la agencia de bolsa Laurie Millbnak y como economista jefe en el Banco Narodny de Moscú. Gracias a su trabajo como consultora, ha viajado con asiduidad a Paquistán, Turquía, Irán y otros países de Oriente Próximo, donde ha tenido la oportunidad de entrar en contacto con líderes políticos y financieros de primer orden.