14 mayo 2008

Tecnología Militar (EEUU)





Mientras que varios reveses en la guerra contra el terrorismo ponen de relieve los límites del poder norteamericano, es importante no perder de vista el panorama general: vivimos en la era de la supremacía norteamericana. Parte de la explicación sobre el predominio de los EE.UU. se encuentra sin duda en la fortaleza económica de este país. Pero Europa y Japón son igualmente ricos; pero su influencia mundial está muy por detrás. Ellos carecen de las capacidades militares superiores de los EE.UU. En palabras de Gregg Easterbrook: “El ejército norteamericano es actualmente el más fuerte que el mundo ha conocido, tanto en términos absolutos como en relación con otros países; es más fuerte que la Wehrmacht en 1940, más fuerte que las legiones en la cumbre del poderío romano”. Aunque el predominio de las fuerzas norteamericanas todavía puede ser desafiado cuando entran en estrecho contacto con el enemigo en su propio territorio, ellas son maestras indiscutibles de los “comunes” (mar, aire y espacio), lo cual les permite proyectar su poder en cualquier parte del mundo en poco tiempo.

La tecnología de la información es fundamental para el predominio militar norteamericano. No todos los cambios producidos por la era de la información son evidentes a primera vista, debido a que los sistemas militares básicos de principios del siglo XXI se ven aproximadamente similares a sus predecesores de la segunda era industrial (tanques, aviones, portaaviones, misiles). Michael O´Hanlon, analista militar, señala que “los sistemas de propulsión básicos y los diseños de aviones, barcos y vehículos de combustión interna están cambiando mucho más gradualmente que a principios del siglo XX, cuando dos de aquellas tres tecnologías apenas habían sido inventadas recientemente”. La velocidad media de un destructor de la Armada de los EE.UU. no ha aumentado en los últimos cien años. La Fuerza Aérea norteamericana sigue dependiendo de los bombarderos B-52H, construidos por última vez en 1962. Y la Infantería de Marina todavía utiliza helicópteros que volaron en la guerra de Vietnam. Pero desde mediados de la década de 1970, las comunicaciones, la orientación, la vigilancia y las tecnologías armamentistas que hacen a estos sistemas “legados” considerablemente más potentes han ido cambiando con gran rapidez para ventaja de los EE.UU.

Sin embargo, en este periodo de hegemonía, los norteamericanos siguen sintiéndose vulnerables. Como nos enteramos el 11 de septiembre, y continuamos notándolo en los campos de batalla de Irak, los sistemas armamantistas más avanzados y la tecnología de la información más sofisticada son apenas una protección perfecta contra otros tipos de poder destructivo. La paradoja de nuestra época es que la moderna tecnología es tanto el gran “separador” como el gran “igualador” en los asuntos militares: la supremacía tecnológica separa a EE.UU. del resto del mundo, y a la vez la moderna tecnología lo deja vulnerable ante grupos violentos y pandillas armadas con AK47, coches-bomba o armas de destrucción masiva portátiles. Para entender el futuro de la guerra, necesitamos comprender los dos lados de esta paradoja: en concreto, cómo la tecnología de la información ha aumentado la supremacía militar convencional de EE.UU. (en tierra, mar, aire y espacio), y cómo esta ventaja militar puede ser derrocada por determinados grupos radicales armados con nuevas tecnologías letales.

Este artículo se divide en las siguientes secciones (que iré publicando poco a poco):

1. Guerra terrestre

2. Guerra naval

3. Guerra aérea

4. Guerra espacial

5. Guerra robótica

6. Guerra asimétrica

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