31 octubre 2008

Guerra contra el terror: guerra o metáfora? (segunda parte)


C. Las leyes de la Guerra

La ley de la guerra, también conocida como la ley del conflicto armado, está compuesta por todas aquellas disposiciones legales, tratados y principios tradicionales que son aplicables al uso de la fuerza. La ley de la guerra se centra tanto en la correcta focalización de objetivos militares como en el tratamiento hacia los enemigos detenidos, prisioneros de guerra y otros no-combatientes. El corpus central de la ley de la guerra está establecido en las Convenciones de Ginebra de 1949. Las Convenciones de Ginebra abarcan cuatro categorías:

• Convención de Ginebra del 12 de agosto de 1949, Por la Mejora de las Condiciones de los Heridos y Enfermos en las Fuerzas Armadas en el Campo [de batalla];

• Convención de Ginebra del 12 de agosto, de 1949, por la Mejora de las Condiciones de los Heridos, Enfermos, y Náufragos, Miembros de las Fuerzas Armadas en el Mar [la Marina];

• Convención de Ginebra del 12 de agosto, de 1949, Relativa al Tratamiento hacia los Prisioneros de Guerra;

• Convención de Ginebra del 12 de agosto, de 1949, Relativa a las Protecciones de Personas Civiles en Tiempos de Guerra.

En los Estados Unidos, la Directiva 5100.77, párrafo 5.3.1, exige a todas las fuerzas militares norteamericanas el cumplimiento de la ley de la guerra en la ejecución de operaciones militares en todos los conflictos armados, independientemente de cómo se caracterice el conflicto armado en particular.

Con la incorporación de las disposiciones de las Convenciones de Ginebra y todas las leyes internacionales existentes con respecto a la conducta en un conflicto armado, el ejército norteamericano ha codificado la ley de la guerra en el Manual de Campaña 27-10 sobre las Leyes de la Guerra Terrestre [Field Manual 27-10, Department of the Army, Field Manual of the Law of Land Warfare (FM 27-10)]. El FM 27-10 afirma que el objetivo básico de la ley de la guerra es limitar el impacto de los inevitables males de la guerra mediante:


* la protección tanto de los combatientes como de los no-combatientes, contra el sufrimiento innecesario;

* la protección de ciertos derechos humanos fundamentales de las personas que caen en manos del enemigo, particularmente prisioneros de guerra, heridos, enfermos, y civiles;

* facilitar el restablecimiento de la paz.

Ejemplos del código de la guerra incluyen normas de sentido común, como la exigencia de tratar a los prisioneros y detenidos de forma humana; no deben ser abusados bajo ninguna circunstancia. Además, también son componentes fundamentales de la legalidad de la guerra la prohibición de la focalización (para el ataque militar) en lugares civiles y protegidos, como hospitales y sitios religiosos; el deber de tratar a los no-combatientes con dignidad y respecto; y la obligación de proteger a aquellos que se rinden.

La legislación de un conflicto armado describe a los objetivos legítimos que pueden ser destruidos en el contexto adecuado de las operaciones militares. El principio general es que el ejército actuando en un entorno bélico puede matar al enemigo, ya sea combatiente legal o beligerante “no-privilegiado”, y puede incluir en cualquier categoría a civiles que toman parte en las hostilidades. Un combatiente enemigo, sea parte de un ejército organizado o un civil que participa en actividades militares, es un objetivo legítimo en todo momento, y puede ser legalmente asesinado, incluso en un ataque sorpresivo.

Por lo tanto, los ataques sin previo aviso no excluyen el uso de violencia involucrando el elemento de sorpresa. Todos “los combatientes están sujetos a ataque si están participando en hostilidades por medio del fuego, maniobras y asalto; proporcionando logística, comunicaciones, recursos administrativos u otro apoyo”.

La ley de la guerra prohíbe absolutamente el asesinato de no-combatientes, excepto como una cuestión de daños colaterales: los civiles pueden ser muertos accesoriamente a un ataque legítimo hacia un objetivo militar. Los civiles que mantienen una estrecha cercanía a un objetivo militar asumen el riesgo de ser asesinados por fuego enemigo. Focalizarse específicamente en civiles inocentes como objetivo militar es siempre ilegal y criminal.

D. Crímenes de Guerra

Las violaciones a la ley de la guerra están etiquetadas como crímenes de guerra, y dependiendo de la gravedad del delito, clasificadas ya sea como contravenciones graves o simples.

En FM 27-10: “El término crimen de guerra es la expresión técnica de una violación de la ley de la guerra por parte de cualquier persona o personas, militares o civiles. Toda violación de la ley de la guerra es un crimen de guerra”. Las infracciones graves se relaciones con aquellas violaciones establecidas como tales en las Convenciones de Ginebra, e incluirían los siguientes actos cometidos contra personas o propiedades específicamente protegidas por las Convenciones de Ginebra: asesinato intencional; torturas o tratamiento inhumano, incluyendo experimentos biológicos; o causa intencional de grandes sufrimientos o graves lesiones al cuerpo o la salud.

Todas las naciones tienen la obligación de investigar los alegatos de crímenes de guerra y, en el caso de una infracción grave, procesar o extraditar al acusado a la nación que lo procesará. Es política de los Estados Unidos que todo el personal militar norteamericano acusado sea procesado por cortes marciales en virtud de las disposiciones sustantivas del Código Uniforme de Justicia Militar (Uniformed Code of Military Justice).

E. Estado de Derecho [el imperio de la ley]

La frase “estado de derecho” tiene una gran variedad de connotaciones. El término fue acuñado por estudiosos juristas occidentales a fines del siglo XVI, y se usaba básicamente para referirse al sistema legal común de jurisprudencia con particular énfasis en la igualdad ante los tribunales de justicia. En términos de comportamiento internacional, el sentido más moderno está directamente asociado con todas aquellas normas jurídicas y estándares legales de comportamiento reconocidos y practicados entre los Estados civilizados en el contexto de la comunidad de naciones. A nivel nacional, el estado de derecho significa que los Estados siguen los mandatos de la ley como se encuentra en las leyes del país.

F. La Guerra Contra el Terror

La frase “Guerra contra el Terror” fue acuñada por el presidente Bush a bordo del Air Force One, el 11 de septiembre de 2001, y en un discurso a la nación (el día siguiente), el presidente caracterizó a los ataques utilizando aviones como armas como “actos de guerra”. Por lo tanto, el principio del uso del término “Guerra contra el Terror” está establecido claramente como el 11 de septiembre de 2001, cuando diecinueve miembros de la organización terrorista Al Qaeda secuestraron cuatro aviones de pasajeros mientras volaban, y los utilizaron para matar a aproximadamente 3000 personas en suelo de los Estados Unidos.

El término “Guerra contra el Terror” es una de las muchas frases utilizadas para describir al conflicto en curso entre los Estados Unidos y la red terrorista Al Qaeda, grupos terroristas del estilo de Al Qaeda, y todo Estado que los patrocina o los respalda. Otros sinónimos incluyen: la Guerra Global contra el Terrorismo, y la Guerra Global contra el Terror.

En su discurso ante una sesión conjunta del Congreso y el Pueblo Americano el 20 de septiembre de 2001, el presidente Bush citó a Al Qaeda y las naciones que la respaldan a esa “red radical de terroristas” como el enemigo en la Guerra contra el Terror, de los Estados Unidos.
Sin embargo, no hay dudas de que la frase “Guerra contra el Terror” no es una descripción exacta del conflicto, y puede ser muy engañosa. El terrorismo no es un enemigo, es un método empleado por un enemigo. A su vez, el conflicto no es contra todos los grupos terroristas en el mundo; hay miles. Ni siquiera abarca a todos los grupos terroristas radicales islámicos, como el Hamas.

G. Combatientes enemigos

La ley de la guerra permite la detención indefinida de combatientes enemigos (combatientes enemigos legales y combatientes enemigos ilegales). Estas personas no necesitan ser acusadas de un delito y pueden ser mantenidas en detención hasta que el conflicto armado se termine. La teoría detrás de esta particular ley de guerra no es castigar a los detenidos, sino retenerlos para evitar que se reincorporen a las fuerzas enemigas.

Durante la Segunda Guerra Mundial, por ejemplo, Estados Unidos detuvo a más de 450.000 alemanes e italianos dentro del país. Nadie sugiere seriamente que estas personas deberían ser acusadas de un crimen o liberadas; nadie desafía la validez de la detención indefinida.

Después de un cierto debate interno, la administración Bush afirmó que las Convenciones de Ginebra de 1949 se aplicaban al conflicto del 2002 en Afganistán y, por tanto, al gobierno talibán. Sin embargo, el presidente Bush también determinó unilateralmente que los combatientes detenidos que pertenecían a Al Qaeda y los Talibán no calificaban para el status de “prisionero de guerra” ni tampoco tenían derecho a las protecciones en el Artículo Común 3 de las Convenciones de Ginebra, que establece los estándares mínimos de tratamiento para detenidos en un conflicto armado.

La administración Bush razonaba que, ya que los combatientes de Al Qaeda pertenecían a una organización terrorista y que no son miembros reconocidos de una fuerza armada, ellos son combatientes enemigos ilegales o beligerantes ilegales en virtud de la ley de la guerra. El párrafo 60 (b) del FM 27-10 señala que las “personas que no son miembros de las fuerzas armadas como se definen en [las Convenciones de Ginebra], que portan armas o participan en otra conducta hostil para el enemigo, de esta manera se privan a ellas mismas de muchos de los privilegios inherentes a los miembros de la población civil”. Esto significa que son responsables de las violaciones de la ley de la guerra, pero no tienen derecho al estatus de prisioneros de guerra.

En cuanto a los combatientes talibán capturados, Estados Unidos determinó que tampoco tienen derecho al estatus de prisioneros de guerra en virtud de las Convenciones de Ginebra, a causa de su imposiblidad de cumplir con el criterio de dichas convenciones que exigen que los combatientes legales usen insignias militares distintivas, por ejemplo, uniformes, que los hagan distinguibles de la población civil a distancia. Los talibán “no se distinguían efectivamente de la población civil”.

El punto de vista técnico de la administración Bush sobre los detenidos fue rechazado por un fallo de la Suprema Corte en el caso Hamdan vs. Rumsfeld. La Corte encontró que el Artículo Común 3 de las Convenciones de Ginebra de hecho protegía a los detenidos de ser sujetos a violencia, ultrajes contra la dignidad personal, tortura, y tratamiento cruel, humillante, o degradante. Aunque las directivas del Departamento de Defensa existentes, órdenes, políticas y doctrina ya se ajustaban a los estándares del Artículo Común 3, el Departamento de Defensa emitió rápidamente nuevos directrices de tratamiento a detenidos que incorporaron los estándares básicos establecidos en el Artículo Común 3.

Después de la campaña militar en Afganistán (2002), la gran mayoría de los combatientes talibán fue procesada y puesto en libertad en Afganistán. Aproximadamente mil combatientes de Al Qaeda y los Talibán fueron entregados a las fuerzas norteamericanas para su disposición. Aquellos que fueron entregados al ejército norteamericano se consideraban demasiado peligrosos como para la libertad condicional o eran sospechosos de cometer crímenes de guerra. A principios de 2008, menos de 300 todavía quedaban detenidos en la Bahía de Guantánamo, Cuba. Todas estas personas están detenidas actualmente hasta que se considere que no representan ya un peligro, que las hostilidades terminen, o en los casos de aproximadamente 80 personas, que se presenten cargos en su contra por crímenes de guerra asociados para ser tratados por una comisión militar.

Continuará...........

traducido de: The War on Terror - War or Metaphor? By Prof. Jefferey F. Addicott. International Institute for Counter-Terrorism (ICT)
véase el art. original en:
http://www.ict.org.il/Articles/tabid/66/Articlsid/474/currentpage/1/Default.aspx

Los prisioneros en Guantánamo tienen derechos. La Corte Suprema (Estados Unidos)...



La Corte Suprema (Estados Unidos) falla a favor de los detenidos en Gitmo

14 octubre 2008

Guerra contra el Terror: ¿Guerra o Metáfora?


I. INTRODUCCIÓN
En declaraciones formuladas en noviembre de 2007, el presidente George W. Bush le recordaba al Congreso que Estados Unidos seguía en estado de guerra (la llamada “Guerra contra el terror”): “Estamos en guerra, y no podemos ganar esta guerra deseando que se termine o pretendiendo que no existe” (1). Considerando el hecho de que el presidente Bush nunca vaciló en este punto de vista, su comentario no fue una sorpresa. Sin embargo, incluso siete años después del ataque terrorista de Al Qaeda del 11 de septiembre de 2001, hay muchos que todavía se niegan a aceptar la premisa de que Estados Unidos esté en estado de guerra. Para ellos, el término “Guerra Contra el Terror” no tiene nada que ver con un verdadero conflicto armado internacional; simplemente es una metáfora, similar a la era de la “guerra contra la pobreza” de Johnson o la era de la “guerra contra las drogas” de Reagan.

Según su razonamiento, como no hay una “guerra”, los terroristas deberían ser tratados de la misma forma en que lo eran antes del 11 de septiembre de 2001, por el proceso penal nacional.

Sin dudas, la fricción entre aquellos que creen que la Guerra contra el Terror es una guerra verdadera (y debería ser peleada de acuerdo a la ley internacional de la guerra) versus aquellos que no lo creen, ha creado profundas fisuras en la comunidad jurídica y, por extensión, en la sociedad en su conjunto. Si bien los ciudadanos individuales tienen derecho a sus opiniones personales sobre la cuestión, lo que resuena en una democracia representativa en última instancia es lo que el gobierno dice. En resumen, los poderes ejecutivo, legislativo y judicial del gobierno de Estados Unidos ¿ven a la Guerra contra el Terror como una guerra real? En otras palabras, si uno acepta la premisa de que Estados Unidos está en estado de guerra, entonces las diversas medidas adoptadas por el gobierno, por ejemplo el uso de las comisiones militares, asesinatos selectivos, y centros de detención, son perfectamente legítimas. Por otro lado, si uno no acepta la premisa de que la Guerra contra el Terror es una guerra de verdad, entonces se puede hacer un caso muy fuerte sobre la cantidad de arenas de interés en donde Estados Unidos ha participado en actividades que claramente violan las leyes nacionales e internacionales.
II. DEFINICIONES

Antes de explorar las posiciones expresadas por parte del gobierno federal con respecto a la Guerra contra el Terror, es imperativo que se establezcan ciertas definiciones centrales. No se puede lograr ningún progreso serio o una comprensión inteligente sin una definición clara de los términos asociados con el tema en discusión. Lamentablemente, algunos de los términos fundamentales en este análisis, como “Guerra contra el Terror”, e incluso “terrorismo”, presentan problemas especiales y podrían ser materia fácilmente de capítulos enteros por su propio derecho.

A. Terrorismo
No hay ninguna definición de terrorismo aceptada internacionalmente. Si bien la ONU utiliza el término en varias convenciones y protocolos internacionales relacionados con las actividades terroristas, este organismo mundial nunca ha podido lograr un consenso entre los Estados miembros. Hay doce convenciones internacionales diferentes relacionadas con el terrorismo, y diez actos criminales identificados como terrorismo. Los actos delictivos específicos asociados con el terrorismo son: secuestro, sabotaje de aviación, actos de violencia en aeropuertos, actos de violencia con respecto a la navegación marítima, actos de violencia contra plataformas fijas, delitos contra personas protegidas internacionalmente, atentados terroristas con bombas, y apoyo a organizaciones como fachada que sirven como conductos financieros para grupos terroristas.

Incluso en la secuela de los terribles ataques terroristas del 11 de septiembre, la propuesta de una definición internacional de terrorismo ofrecida por la Comisión Ad Hoc sobre Terrorismo no fue adoptada por la Asamblea General. El principal obstáculo para su aceptación surgía de la Organización de la Conferencia Islámica. De manera increíble, en un análisis de tipo “el fin justifica los medios”, la Organización de la Conferencia Islámica quería que la definición de terrorismo excluyera a las llamadas guerras de liberación nacional contra las ocupaciones extranjeras.

Hasta la fecha, el mejor esfuerzo por una definición por parte de las Naciones Unidas fue ofrecido por el ex Secretario General, Kofi Annan. La definición de Annan, del 2005, hace caso omiso a toda referencia al tema de la “causa” que impulsa al acto terrorista, mientras que al mismo tiempo rechaza la duplicidad inherente en el viejo adagio de que todo hombre que lucha por la libertad de un hombre es un terrorista de otro hombre. Su definición propuesta de terrorismo internacional simplemente abarcaba a toda persona que intencionalmente tomaba como blanco a los civiles:

A. Cualquier acción constituye terrorismo si tiene la intención de causar la muerte o graves daños corporales a civiles o no-combatientes, con el propósito de intimidar a la población u obligar a un Gobierno o a una organización internacional a realizar o abstenerse de realizar cualquier acto.
A partir de la definición de Annan, se puede hacer una lista de cuatro características clave del terrorismo, que refleja la actividad e ignora las causas:

1. El uso ilegal de la violencia dirigida contra civiles para producir temor en un grupo objetivo.
2. La constante amenaza de futuros actos de violencia.
3. Un carácter predominantemente político o ideológico del acto.
4. El deseo de movilizar o inmovilizar a un grupo objetivo dado.
Por supuesto, el hecho de que la ONU no tenga una definición aceptada de terrorismo, no impide que se involucre permanentemente en una retórica interminable sobre “terrorismo”. Por ejemplo, la Resolución 1368 del Consejo de Seguridad de la ONU, aprobada el 12 de septiembre de 2001, utiliza el término terrorismo seis veces en la breve página condenatoria del “horrible ataque terrorista” del 11 de septiembre.

Desde una perspectiva nacional, Estados Unidos tiene muchas definiciones de terrorismo diseminadas a lo largo de una amplia variedad de estatutos, regulaciones y directivas penales. Por ejemplo, el Acta Patriótica contiene una definición tanto de terrorismo nacional como terrorismo internacional. El terrorismo nacional es definido en el Acta Patriótica como el “uso ilegal, o la amenaza de uso, de la fuerza o la violencia por parte de un grupo o individuos con base [en Estados Unidos]… cometido contra personas o propiedades para intimidar o coaccionar a un gobierno, la población civil… en fomento de objetivos políticos o sociales”.
El terrorismo internacional está definido de la siguiente manera:

El terrorismo internacional involucra actos violentos o actos peligrosos para la vida humana que violan las leyes penales de los Estados Unidos o de cualquier estado, o que serían una violación penal si se cometieran dentro de la jurisdicción de los Estados Unidos o de cualquier estado. Estos actos aparecen destinados a intimidar o coaccionar a una población civil, influir en la política de un gobierno por medio de la intimidación o coacción, o afectar la conducta de un gobierno por medio del asesinato o el secuestro. Los actos terroristas internacionales ocurren fuera de los Estados Unidos o trascienden las fronteras nacionales en términos de cómo los terroristas los logran, las personas que parecen tener la intención de coaccionar o intimidar, o el lugar en el cual operan los perpetradores.

B. Guerra.

El uso de los términos “guerra” o “acto de guerra” tradicionalmente se refiere al uso ilegal de la fuerza agresiva por parte de un Estado contra otro Estado. Históricamente, estos actos ilegales se producen, la mayoría de las veces, sin una declaración formal de guerra. El acto agresivo en sí mismo desencadena el subsiguiente conflicto armado internacional. Actualmente, el concepto de guerra es por lo general analizado en virtud de los mandatos de la Carta de las Naciones Unidas. Como se consagra en los Artículos 2(3) y 2(4) de la Carta de las Naciones Unidas, el objetivo básico de las Naciones Unidas es el mantenimiento de una “fuerza internacional de paz y seguridad”. Dado que todos los miembros de las Naciones Unidas son reconocidos como Estados soberanos iguales, ninguna nación puede recurrir a “la amenaza o [el] uso de la fuerza contra la integridad territorial o la independencia política de cualquier Estado” para resolver cualquier tipo de diferencia. Esto, así como la clara prohibición en el Artículo 1, para cualquier Estado, de cometer “actos de agresión u otros quebrantamientos de la paz”, sirve como el marco legal para la condena de la agresión ilegal.

Aquellas naciones que participen en la agresión ilegal están sujetas a las provisiones de los capítulos VI y VII de la Carta de las Naciones Unidas. El Capítulo VI autoriza al Consejo de Seguridad a investigar cualquier situación que pudiera poner en peligro el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales y formular recomendaciones para la resolución pacífica de esas controversias.

El Capítulo VII de la Carta de las Naciones Unidas autoriza al Consejo de Seguridad a determinar la existencia de una amenaza, un quebrantamiento de la paz, o un acto de agresión, y tomar las medidas apropiadas en respuesta. Si bien la ONU no tiene un brazo militar permanente para hacer cumplir los resultados específicos, la Carta de las Naciones Unidas reconoce en el Artículo 51 el “derecho inherente de la legítima defensa propia o colectiva si un ataque armado ocurre contra algún miembro de las Naciones Unidas”.

El Artículo 51 establece lo siguiente:

“Ninguna disposición de esta Carta menoscabará el derecho de legítima defensa, individual o colectiva, en caso de ataque armando contra un Miembro de las Naciones Unidas, hasta tanto que el Consejo de Seguridad haya tomado las medidas necesarias para mantener la paz y la seguridad internacionales. Las medidas tomadas por los Miembros en ejercicio del derecho de legítima defensa serán comunicadas inmediatamente al Consejo de Seguridad, y no afectarán en manera alguna la autoridad y responsabilidad del Consejo conforme a la presente Carta para ejercer en cualquier momento la acción que estime necesaria con el fin de mantener o restablecer la paz y la seguridad internacionales”

Reconociendo que el Artículo 51 emplea el término “ataque armado” y no el término “agresión”, es imprescindible comprender qué se entiende exactamente por “ataque armado”. Para definir mejor cuándo ocurre un uso ilegal de la fuerza en violación de los Artículos 2(3) y 2(4), hay que buscar la definición de agresión adoptada por la resolución de la Asamblea General de la ONU. Un Estado participa en una agresión de las siguientes formas, de acuerdo a la Definición de Agresión de la ONU:

Artículo 1

La agresión es el uso de la fuerza armada por parte de un Estado contra la soberanía, la integridad territorial, o la independencia política de otro Estado, o de cualquier forma incompatible con la Carta de las Naciones Unidas.

Artículo 2

El primer uso de la fuerza armada por parte de un Estado en contravención de la Carta constituirá evidencia a prima facie de un acto de agresión.

Artículo 3

Cualquiera de los siguientes actos, independientemente de que haya o no una declaración de guerra, se caracterizará como un acto de agresión:

(a) La invasión o el ataque por parte de las fuerzas armadas de un Estado… a otro Estado o parte del mismo;
(b) El bombardeo por parte de las fuerzas armadas de un Estado contra el territorio de otro Estado…
(c) El bloqueo de puertos o costas de un Estado por parte de las fuerzas armadas de otro Estado;
(d) El ataque por parte de las fuerzas armadas de un Estado a las fuerzas armadas terrestres, navales o aéreas de otro Estado, o a su flota mercante o aérea;
(e) El uso de las fuerzas armadas de un Estado… en contravención de las condiciones provistas en el acuerdo o cualquier extensión de su presencia en tal territorio más allá de la terminación del acuerdo;
(f) La acción de un Estado que permita que su territorio, que ha sido puesto a disposición de otro Estado, sea utilizado por ese otro Estado para perpetrar un acto de agresión contra un tercer Estado;
(g) El envío por un Estado, o en su nombre, de bandas armadas, grupos irregulares, o mercenarios, que lleven a cabo actos de fuerza armada contra otro Estado, de una gravedad tal que sean equiparables a los actos enumerados anteriormente, o su participación sustancial en ellos.


---------------------------------- CONTINUARÁ

Traducido de: The War on Terror - War or Metaphor? Jefferey F. Addicott. ICT, International Institute for Counter-Terrorismo
véase el art. original (pero todavía no, esperen que termine de traducir todo) en:
http://www.ict.org.il/Articles/tabid/66/Articlsid/474/currentpage/1/Default.aspx

08 octubre 2008

Corea del Norte: misiles de corto alcance




Esta semana, Corea del Norte disparó misiles de corto alcance fuera de la costa occidental del país, en medio de las tensiones suscitadas por sus iniciativas por volver a su programa de armas nucleares, informaron el miércoles medios periodísticos de Corea del Sur.

Corea del Norte lanzó dos misiles el martes hacia las aguas internacionales entre el Norte y China, informó la agencia de noticias Yonhap, de Corea del Sur, citando una fuente anónima del gobierno.

Corea del Norte lanzó los misiles desde la base naval en Chodo, una isla a 60 millas al sudoeste de Pyongyang, dijo Chosun Ilbo, un periódico de circulación masiva en Seúl, que también citó a una fuente anónima gubernamental.

Chosun Ilbo dijo que no se conocía la cantidad de cohetes disparados, pero que se trataba de misiles KN-01 tierra-aire o misiles Styx buque-buque.

Corea del Norte ha desplegado más misiles alrededor de la isla, y la declaró una zona no navegable, lo que significa que puede lanzar más misiles para el aniversario (el 10 de octubre) del gobernante Partido de los Trabajadores de Corea.

Pero otro periódico de circulación masiva, JoongAng Ilbo, dijo que los dos misiles disparados el martes fueron misiles aire-buque lanzados desde un bombardero IL-28 norcoreano.
”No podemos confirmar estos reportes, porque es una cuestión de inteligencia”, dijo un portavoz de la Oficina de Jefes de Estado Mayor Conjunto de Corea del Sur, quien habló en condición de anonimato.

La atención se centra en si el líder norcoreano, Kim Jong-il, al parecer enfermo tras sufrir un derrame cerebral, asistirá a las celebraciones por el aniversario el viernes. Durante el fin de semana, los medios de prensa del Norte informaron que Kim presenció un partido de fútbol en su primera aparición pública desde mediados de agosto, pero no adjuntaron ninguna foto ni video.

Corea del Sur por lo general rechaza los ensayos de misiles de corto alcance de Corea del Norte como parte de ejercicios militares de rutina. Pero los analistas sostienen que el Norte ensaya sus misiles cuando trata de reforzar su poder de negociación aumentando las tensiones.

En marzo, Corea del Norte disparó una descarga de misiles de corto alcance frente a su costa occidental, mientras amenazaba con frenar el desmantelamiento de sus instalaciones nucleares en Yongbyon, al norte de Pyongyang. Corea del Norte dejó de desactivar el complejo de Yongbyon en agosto, enojado porque Estados Unidos no lo había sacado de la lista de estados patrocinadores del terrorismo.

El mes pasado (septiembre), comenzó a reensamblar sus instalaciones, que el Norte había utilizado para producir plutonio para armas. Christopher R. Hill, el enviado norteamericano para Corea del Norte, visitó Pyongyang la semana pasada para intentar encontrar una forma de salvaguardar el tratado de desarme nuclear.

Corea del Norte realizó su único ensayo nuclear conocido en octubre de 2006. Se desconoce si el Norte tiene la tecnología para equipar a sus misiles con ojivas nucleares.


Corea del Norte tiene un gran arsenal de misiles balísticos, incluyendo armas balísticas que pueden golpear a Corea del Sur y Japón. Los expertos en misiles sostienen que el Norte también está desarrollando una serie de misiles Taepodong de largo alcance, capaces de alcanzar, cuando esté plenamente desarrollado, partes de América del Norte.

Traducido de: North Korea Reportedly Tests Short-Range Missiles. CHOE SANG-HUN (Las imágenes no pertenecen al artículo)
véase el art. original en:
http://www.nytimes.com/2008/10/09/world/asia/09korea.html?_r=2&ref=world&oref=slogin&oref=slogin

Video: Un panorama sobre Corea del Norte