04 febrero 2009

El Vaticano y el Holocausto

Respondiendo a la indignación internacional, especialmente en Alemania, país natal del papa Benedicto XVI, el Vaticano por primera vez ha exigido a un obispo recientemente rehabilitado que retire sus declaraciones que negaban el Holocausto.A fines del mes pasado, el papa revocaba la excomunión de cuatro obispos cismáticos, incluyendo al británico Richard Williamson (imagen) quien en una entrevista emitida el mes anterior negó la existencia de las cámaras de gas nazis.Una declaración emitida por la Secretaría de Estado del Vaticano afirma que el obispo Williamson “debe distanciarse absoluta, inequívoca y públicamente de sus posturas sobre la Shoah”, u Holocausto, que eran “desconocidas para el Santo Padre en el momento en que revocaba la excomunión”.
Esta declaración, sin firma, parecía una clara señal de que el Vaticano estaba enfrentando una crisis política interna y externa.El día antes, en un raro caso de un jefe de estado criticando al Papa, la canciller alemana Angela Merkel le pedía al Santo Padre que clarificara su posición ante el Holocausto, diciendo que sus anteriores observaciones no habían sido “suficientes”.El comunicado de la Secretaría de Estado señalaba que los comentarios de Benedicto XVI de la semana anterior en los que expresaba su “completa e inequívoca solidaridad” con los judíos y condenaba toda negación del Holocausto, incluso iban más allá que las anteriores observaciones del Papa en las que nunca había mencionado al obispo Williams por su nombre.Los cuatro obispos son de la tradicionalista Sociedad San Pío X, fundada en 1970 para protestar contra las reformas liberales del Segundo Concilio Vaticano, incluyendo las reformas litúrgicas y un documento que absolvía a los judíos contemporáneos de su culpabilidad por la crucifixión de Jesús.Benedicto había dicho que la revocación de la excomunión era como un gesto de “compasión” y un primer paso en un largo camino hacia la plena reconciliación de la sociedad con la iglesia.
La declaración del Vaticano también busca hacer frente a importantes cuestiones acerca de cuáles condiciones tendría satisfacer esta sociedad (la San Pío X) antes de ser recibida nuevamente en el redil. Afirma que la sociedad tendría que ofrecer su “pleno reconocimiento del Segundo Concilio Vaticano” para recibir el “reconocimiento” de la iglesia.
Anexo: La historia es así (esto fue el 21 de enero):
Monseñor Williamson, quien había sido comisionado por el arzobispo Marcel Lefebvre, fundador de la hermandad de San Pío X, para continuar con la obra junto con los fundadores, llegó a Zeitzkofen, donde la Iglesia San Pío X llevaba a cabo un seminario en un palacio barroco.

El Día de Todos los Santos, el converso sueco Sten Sandmark iba a ser consagrado como nuevo diácono en el seminario. Esto era porque la conversión de Sandmark de la Iglesia Protestante a la Iglesia de San Pío X había causado un escándalo en Suecia. Por lo tanto, el periodista Ali Fegan, de la televisión de Estocolmo, estaba presente para capturar el evento para la Televisión Sueca.
Después de la ceremonia, Fegan entrevistó al Monseñor Williamson y otros en la capilla del palacio.

En el transcurso de la entrevista, llegó el tema de los crímenes nazis. La imagen muestra cómo Williamson hace una pausa, por un brevísimo momento, y luego dice que no cree que seis millones de judíos hayan muerto en las cámaras de gas. Ante la repentina pregunta de su interlocutor “¿Así que no hubo ninguna cámaras de gas?”, Williamson responde “Sí, yo creo que las cámaras de gas nunca existieron”.

En esta cuestión, dice, se alinea con los “revisionistas” que creen que “en los campos de concentración nazis murieron entre dos y tres mil judíos. Pero ninguno de ellos había sido asesinado en cámaras de gas”.

Luego, este sacerdote habla bastante acerca de las imposibilidades técnicas, la altura de las chimeneas, y las inadecuadas puertas que estaban sueltas, pero que todavía se les muestra a los “turistas” en Auschwitz-Birkenau.

“Si esto no es antisemitismo”, escarba un poco más el periodista sueco, “¿qué es?”. Williamson contesta: “El antisemitismo solamente puede ser malo si está en contra de la verdad. Pero si algo es verdad, no puede ser malo. No estoy interesado en la palabra antisemitismo”.


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