06 abril 2009

Corea del Norte busca réditos políticos con su lanzamiento




A pesar del fracaso en el intento de Corea del Norte de lanzar un satélite, los adversarios de Pyongyang este lunes expresaron su alarma por el extenso rango de alcance del último cohete, mientras que la ONU ha caído en una gran confusión sobre cómo responder a lo que el presidente Obama ha llamado “un acto provocativo”.



Washington y Seúl dijeron que el cohete norcoreano lanzado el domingo no logró colocar el satélite en órbita. Pero el lunes, buscando obtener algún rédito político de esta prueba, los medios de prensa norcoreanos elogiaron el liderazgo de Kim Jong Il, insistiendo en que ya el satélite de comunicaciones estaba dando vueltas alrededor de la Tierra, emitiendo canciones patrióticas.
Funcionarios y analistas en Seúl afirmaron que el cohete, identificado por los norteamericanos como Taepodong-2, voló al menos 2000 millas, duplicando el rango de un anterior cohete que se ensayó en 1998, elevando su potencial a un misil de largo alcance.

El empobrecido país puede estar a años de distancia de construir un verdadero misil balístico intercontinental y dotarlo de una ojiva nuclear. Pero los gobiernos están cada vez más preocupados por el poderío militar de Corea del Norte; el lanzamiento fue una señal de que se está moviendo obstinadamente en esa dirección.

“El temerario acto de amenaza a la seguridad regional y global, por parte de Corea del Norte, no puede tener ninguna justificación”, dijo el presidente Lee Myung-bak, de Corea del Sur, en una alocución radial este lunes.

Horas después del ensayo misilístico de Corea del Norte el domingo, el presidente Obama le pidió a la ONU sanciones y estableció un nuevo enfoque de la política de desarme nuclear de los EEUU: uno destinado a fortalecer a los Estados Unidos y sus aliados para poner fin a la proliferación nuclear.

“En un extraño giro de la historia, la amenaza de una guerra nuclear global ha disminuido, pero el riesgo de un ataque nuclear ha aumentado”, dijo Obama ante una multitud en la plaza central de Praga. “Los mercados negros de secretos y materiales nucleares abundan. La tecnología para construir una bomba se ha diseminado”.

Obama dijo, además, que el ensayo norcoreano de un “cohete que podría ser utilizado para misiles de largo alcance” ilustraba la “necesidad de acciones, no solamente esta tarde en el Consejo de Seguridad de la ONU, sino también en nuestra determinación de impedir la propagación de estas armas”.

“Las normas tienen que ser vinculantes”, dijo. “Las violaciones deben ser castigadas. Las palabras tienen que significar algo”.

En el Consejo de Seguridad, el domingo, Estados Unidos y sus principales aliados (Japón, Francia y Gran Bretaña) presionaron por una resolución, denunciando que la prueba era una violación de las sanciones del año 2006, que exigían que Corea del Norte suspendiera toda actividad relacionada con el lanzamiento de misiles balísticos.

Los diplomáticos sostuvieron que una cuestión principal sería la determinación de si el fallido lanzamiento violaba alguna resolución.

“Creemos que el problema no es qué es lo que se lanzó; el hecho de que hubo un lanzamiento utilizando tecnología de misiles balísticos es, en sí mismo, una clara violación”, dijo Susan R. Rice, embajadora de los Estados Unidos.

China tuvo una posición ambigua, aunque en la primera reunión sus diplomáticos enfatizaron que los norcoreanos tenían el derecho, al igual que todos los otros países, de lanzar satélites. “Nuestra postura es que todos los países preocupados deberían mostrar moderación y abstenerse de tomar acciones que pudieran aumentar las tensiones”, declaró Zhang Yesui, embajador chino, ante los periodistas.

Igor N. Shcherbak, enviado ruso, dijo que su país no consideraba que esta fuera una violación de las resoluciones que prohibían los misiles balísticos, pero sí agregó que Rusia todavía estaba estudiando la cuestión.

Claude Heller, embajador mexicano, consejero del presidente, afirmó que el consejo tenía que convocarse nuevamente el lunes.

En Tokio, Hirofumi Nakasone, ministro de Asuntos Exteriores, declaró: “Creemos que es deseable una resolución del Consejo de Seguridad, por lo que vamos a seguir intentándolo”.
A pesar de que los restos del cohete norcoreano cayeron a cientos de kilómetros de donde habían dicho que aterrizaría en el Pacífico, “el lanzamiento conlleva una importante significación política y militar”, según Jeung Young-tai, analista del Instituto Coreano para la Unificación Nacional, en Seúl.

“Ningún país será lo suficientemente ingenuo como para creer que se trata de un programa espacial pacífico”, dijo Jeung.

“Corea del Norte está en el umbral de convertirse en un país con un misil balístico intercontinental”.

Peter Hayes, director del Instituto Nautilus, un comité de expertos con sede en San Francisco, sostuvo que la motivación principal detrás del lanzamiento era “demostrar la fortaleza y vitalidad del liderazgo de Kim Jong Il ante el ejército y la población, y para el sector científico declarar su lealtad al liderazgo de Kim Jong Il.”

Se prevé que Kim sea reconfirmado como líder por su obediente parlamente, que se reunirá el jueves.

El pueblo, en este país herméticamente aislado, tiene poco acceso a las noticias del mundo exterior, donde el lanzamiento del satélite fue considerado un fracaso.

Cuando Corea del Norte ensayó por primera vez el Taepodong-2, en julio de 2006, explotó a los 40 segundos de haber despegado. El cohete está diseñado para volar por lo menos 6.700 kilómetros (o 4.200 millas), según el Ministerio de Defensa de Corea del Sur.

Esta vez, la agencia oficial de noticias KCNA aseguró que “un torrente de hurras sacudió la sala” mientras el satélite entraba en órbita.-

Traducido de: North Korea Seeks Political Gain from Rocket Launch. By Choe Sang-Hu, Helene Cooper and David E. Sanger. The New York Times, apr 6, 2009

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