Genocide Watch ha llegado a la conclusión de que las llamadas de algunos grupos defensores de los derechos humanos y jefes de estado a un boicot de la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de Pekín no van lo suficientemente lejos como para avergonzar a la dictadura china por su continuo respaldo financiero y de armas para regímenes genocidas en Sudán y Burma, y por la opresión china a los tibetanos y los uigures musulmanes en Xinjiang.
Genocide Watch hace un llamamiento a todas las personas, especialmente líderes del mundo, que planeen asistir a los Juegos Olímpicos, para que cancelen sus reservaciones y boicoteen dichos juegos. Genocide Watch también pide la anulación del patrocinio corporativo de McDonald´s, Coca Cola, General Electric, Samsung, y otras empresas que hayan invertido en los Juegos Olímpicos de Pekín, puedan o no recuperar sus inversiones. Si se niegan a retirar sus patrocinios, Genocide Watch pide un boicot a los productos de las compañías que patrocinen estos juegos.
Genocide Watch no convoca a los atletas para que boicoteen las Olimpíadas, porque sólo tienen una oportunidad cada cuatro años para competir, y no deberían ser castigados por la errónea elección de Pekín por parte del Comité Olímpico Internacional. Los Juegos Olímpicos deberían volver a los ideales de Pierre de Coubertin y convertirse en un puro acontecimiento deportivo. La única forma de hacerlo este año, cuando las Olimpíadas se han politizado tanto a raíz del prestigio del régimen chino, es, para los espectadores y los patrocinadores, boicoteando los Juegos.
La China Comunista ha sido un partidario serial de los asesinatos en masa, desde su fundación. China Comunista comenzó con la muerte de millones de la “clase enemiga”. China inmediatamente respaldó la agresión de Corea del Norte contra Corea del Sur, en una guerra que se cobró millones de vidas, y ha continuado en su apoyo a Corea del Norte, un régimen que ha hambreado a más de dos millones de personas de su propio pueblo. En 1951, China invadió el Tíbet, tras lo cual siguió un genocidio de más de un millón de tibetanos. El “Gran Salto Adelante” de China y su “Revolución Cultural” se encuentran entre los más sangrientos crímenes en la historia de la humanidad, y han costado decenas de millones de vidas. Desde 1975 hasta 1979, China fue el principal defensor del régimen Khmer Rouge en Camboya, que mató a dos millones de personas.
Genocide Watch hace un llamamiento a todas las personas, especialmente líderes del mundo, que planeen asistir a los Juegos Olímpicos, para que cancelen sus reservaciones y boicoteen dichos juegos. Genocide Watch también pide la anulación del patrocinio corporativo de McDonald´s, Coca Cola, General Electric, Samsung, y otras empresas que hayan invertido en los Juegos Olímpicos de Pekín, puedan o no recuperar sus inversiones. Si se niegan a retirar sus patrocinios, Genocide Watch pide un boicot a los productos de las compañías que patrocinen estos juegos.
Genocide Watch no convoca a los atletas para que boicoteen las Olimpíadas, porque sólo tienen una oportunidad cada cuatro años para competir, y no deberían ser castigados por la errónea elección de Pekín por parte del Comité Olímpico Internacional. Los Juegos Olímpicos deberían volver a los ideales de Pierre de Coubertin y convertirse en un puro acontecimiento deportivo. La única forma de hacerlo este año, cuando las Olimpíadas se han politizado tanto a raíz del prestigio del régimen chino, es, para los espectadores y los patrocinadores, boicoteando los Juegos.
La China Comunista ha sido un partidario serial de los asesinatos en masa, desde su fundación. China Comunista comenzó con la muerte de millones de la “clase enemiga”. China inmediatamente respaldó la agresión de Corea del Norte contra Corea del Sur, en una guerra que se cobró millones de vidas, y ha continuado en su apoyo a Corea del Norte, un régimen que ha hambreado a más de dos millones de personas de su propio pueblo. En 1951, China invadió el Tíbet, tras lo cual siguió un genocidio de más de un millón de tibetanos. El “Gran Salto Adelante” de China y su “Revolución Cultural” se encuentran entre los más sangrientos crímenes en la historia de la humanidad, y han costado decenas de millones de vidas. Desde 1975 hasta 1979, China fue el principal defensor del régimen Khmer Rouge en Camboya, que mató a dos millones de personas.
Algunos sostienen que los líderes chinos han cambiado, y que China ha adoptado un nuevo sistema económico. Pero China sigue siendo una dictadura comunista, y su falta de respeto por los derechos humanos sigue siendo la misma. Ahora es el principal sostén económico de Birmania y Sudán, dos de los regímenes más sanguinarios del mundo. China es el principal comprador de petróleo y gas, y ellos usan el dinero que China paga a sus gobiernos para comprar armas (a la misma China), con las que han perpetrado genocidio contra los Karen y otras etnias minoritarias en Burma, y contra los Nuba, Dinka, Nuer, Fur, Massaleit, Zaghawa y otras etnias minoritarias africanas en Sudán. Continúa la ocupación colonial y la opresión al pueblo del Tíbet y Xinjiang.
China ha tomado medidas cosméticas para dar la apariencia de presionar al régimen genocida de Sudán. Pero el nombramiento de un enviado especial chino a Sudán no ha parado la continua extracción multimillonaria de petróleo sudanés por parte de China, su financiamiento al gobierno sudanés, y su interferencia a las medidas planteadas por las Naciones Unidas para detener el genocidio en Darfur.
Más de 250.000 muertos, decenas de miles de violaciones masivas, y 2.5 millones de personas desplazadas en Darfur son suficientes. Miles de asesinatos de monjes budistas, minorías, y activistas de la democracia en Burma son suficientes. 57 años de genocidio y opresión en el Tíbet, son suficientes. Suficiente es suficiente. Ha llegado el momento del espectador y del patrocinador, para boicotear los Juegos Olímpicos Genocidas. Genocide Watch hace un llamamiento a todas las personas que se opongan al genocidio, que apoyen el boicot.
Traducido de: Genocide Watch calls for a full spectator and sponsor boycott of Beijing's Genocide Olympics.
Traducido de: Genocide Watch calls for a full spectator and sponsor boycott of Beijing's Genocide Olympics.
véase el art. original en: http://www.genocidewatch.org/boycottgenocideolympic.html
Elemental, querido Watson, las Olimpiadas tienen al menos dos lecturas: entretener al populacho y ser un arma política de cara a prestigiar al pais elegido.
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