Respondiendo enérgicamente al reciente ensayo nuclear por parte de Corea del Norte, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas aprobó, por unanimidad, el viernes (12 de junio), un paquete de sanciones más severo que, entre otras cosas, exhorta a los miembros de la ONU a inspeccionar todos los buques de carga y los aviones sospechosos de transportar materiales militares desde y hacia el país (Corea del Norte).
Las sanciones de la Resolución 1874 se consideran más severas que las anteriores, en gran medida porque China y Rusia, lo más cercano que Corea del Norte tiene como “amigos”, acordaron un conjunto de restricciones financieras y comerciales destinadas a frenar el desarrollo militar.
Sin embargo, fuera de la estricta prohibición de exportar armas, estas medidas son recomendaciones, más que requisitos, por lo que el potencial impacto que tengan depende de la determinación de los estados miembros. Tanto China como Rusia presionaron para diluir algunas de las sanciones obligatorias buscadas por Occidente, Japón y Corea del Sur, y sus temores de “ir demasiado lejos” en el castigo hacia Corea del Norte se reflejaron en sus declaraciones.
“La resolución no solamente demuestra la firme oposición de la comunidad internacional al ensayo nuclear de la República Democrática Popular de Corea, sino que también emite una señal positiva”, sostuvo Zhang Yesui, embajador chino, señalando que esto alienta a todas las partes a resolver el problema por medios políticos y diplomáticos.
Pero sin embargo, muchos analistas y ex diplomáticos se preguntan si las nuevas medidas serán suficientes como para romper el círculo vicioso (las amenazas norcoreanas y sus ensayos nucleares, seguidos por las sanciones lideradas por Estados Unidos, y los acuerdos de corta duración) y convencer a los norcoreanos para que renuncien de una vez por todas a sus armas nucleares y sus programas misilísticos.
“Las sanciones no harán que Corea del Norte se arrodille”, dijo Kim Keunsik, de la Universidad Kyungham, en Seúl. “El Norte lo conoce muy bien, porque ha vivido con sanciones económicas de un tipo u otro durante los últimos 60 años”.
Si bien muchas de las medidas adoptadas en la resolución de este viernes 12 habían sido incluidas ya en otras anteriores, también de la ONU, países como China y Rusia se mostraron reticentes a aplicarlas. Sus dudas se basaban en gran medida en la preocupación por desestabilizar a Corea del Norte y enviar una oleada de refugiados hacia la frontera. En última instancia, un colapso en el gobierno norcoreano y una posible reunificación de las dos Coreas, podría implicar un aliado norteamericano más fuerte justamente en las fronteras chinas y rusas.
Zhang enfatizó que “todas las partes tienen que abstenerse de las palabras o hechos que pudieran exacerbar el conflicto”. En particular, sostuvo que ningún país debería amenazar con el uso de la fuerza cuando de inspeccionar cargas se trate, ya que no está autorizado por la resolución.
A pesar de sus precauciones, Beijing y Moscú se alarmaron por los recientes ensayos de una bomba nuclear y misiles balísticos por parte de Corea del Norte (según dijeron diplomáticos que participaron en las negociaciones). “Sus preocupaciones al respecto y, de hecho, su enojo, es genuino”, afirmó un diplomático occidental, cuyo nombre permance en el anonimato debido a que estaba hablando sobre políticas de otro estado miembro.
Además, estaba la sensación de que había que enviar un mensaje hacia otros países, como Irán, que tienen sus propios programas nucleares y que han hecho caso omiso a las sanciones del Consejo de Seguridad, destinadas a convencerlos para que entablen negociaciones. El embajador libio declaró ante el Consejo de Seguridad que se debían tomar medidas similares contra Israel.
No obstante, los chinos dejaron una laguna jurídica, al permitirle a los norcoreanos seguir importando armas pequeñas que, por supuesto, compran principalmente a China, según afirmó un diplomático occidental.
Corea del Norte por lo general ha tenido siempre una actitud beligerante para con las anteriores resoluciones del Consejo de Seguridad. Hubo algunas especulaciones sobre la posible respuesta norcoreana ante estas últimas sanciones, ya fuera disparando misiles preparados en los últimos días, o bien llevando a cabo otro ensayo nuclear.
Otros analistas sostienen que ninguna amenaza fue lo suficientemente fuerte como para detener a un régimen que ve a las armas nucleares como una clave para su supervivencia y que ha sufrido décadas de sanciones económicas y penurias, incluyendo hambrunas, con tal de no sentarse a capitular ante las presiones externas.
“Son personas que no se estremecieron, ni siquiera cuando dos millones de los suyos murieron de hambre”, dijo Lee Ji-sue, especialista en Norcorea en la Universidad Myongji, en Seúl.
La mayoría de los analistas coinciden en que las medidas más efectivas son aquellas que se concentran en el estilo de vida de los líderes norcoreanos: sanciones financieras destinadas a terminar con todas las transacciones bancarias relacionadas con el comercio de armas de Corea del Norte, y detener la mayoría de las subvenciones y préstamos. El comercio legítimo y el financiamiento al desarrollo están libres de sanciones.
El ensayo nuclear del 25 de mayo pasado, tras una serie de acciones de confrontación tomadas por Corea del Norte, revirtió en gran medida todos y cada uno de los pasos que había hecho para abandonar su programa nuclear, a lo largo de los últimos años. La Resolución 1874 condenó ese ensayo y ordenó por fin a todo ensayo futuro y a la construcción de misiles balísticos. También se especifica que el país debería reincorporarse al Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares.
El compromiso que se alcanzó con respecto a las inspecciones de armas, exige que los estados participantes inspeccionen los buques en altamar. Si el país donde dicho buque está registrado decide rechazar una inspección en aguas internacionales, entonces se le podrá pedir que dirija el buque hacia un puerto cercano para ser inspeccionado. En caso contrario, el episodio podría ser reportado a la comisión de sanciones del Consejo de Seguridad. La resolución también exige que los estados pongan fin a todos los servicios de aprovisionamiento, como por ejemplo el reabastecimiento de combustible, para los buques norcoreanos.
El posible efecto de las inspecciones era difícil de predecir. Corea del Norte transporta una carga significativa en sus buques, y probablemente rechace cualquier inspección, y el problema es que el artículo 34 de la resolución no autoriza el uso de la fuerza.
Estados Unidos intensificará los esfuerzos en la recolección de datos sobre los cargamentos norcoreanos (sostiene Rice), para compartirlos lo más que se pueda para asegurar que se produzcan las inspecciones.
Finalmente, los críticos y defensores concuerdan en que la pieza clave en las sanciones es China, el principal benefactor y socio comercial de Corea del Norte. Ambos países comparten una frontera de 850 millas, y el comercio anual chino por $2 mil millones con los norcoreanos da cuenta de un 40 por ciento del total del comercio exterior de Corea del Norte, según estimaciones del gobierno surcoreano.
Conclusión: Ciertamente estas sanciones tendrán un efecto, pero pocos creen que vayan a ser suficientes como para detener a Corea del Norte en su carrera misilística y nuclear.
Fuente: Martin Fackler y Choe Sang-hun, desde Seúl, Corea del Sur. Para: The New York Times.
Por las dudas, aclaro nuevamente: Cuando digo "Fuente" , significa que NO ES UNA TRADUCCION ESTRICTA, es una elaboración más personal de un artículo. Sí lo es cuando digo "Traducido de".